Pasó por la vida dejando huella. Una huella muy profunda , por la que resultó distinguida cómo Abanderada de una formación imaginaria, flanqueada de sus hijos Juan y Javier Iturri.
Dotada de una inteligencia natural , su faceta bondadosa y humana la distinguía. Matriarca por excelencia y prototipo de mujer ejemplar para mantener el rumbo en los momentos más complejos de la vida.
Procuró que muchos obtuvieran empleo, contribuyendo con su determinación y capacidad a crearlo.
Lideró junto a su marido Juan Iturri, a una empresa inicialmente dedicada a los Efectos Navales, consiguiendo una transformación de tal relevancia, que procura la mejor protección del equipamiento de nuestros Soldados.
Su recuerdo en éstas fechas, en las que se rinde homenaje a aquellos miembros de las FAS que se encuentran desplegados fuera de nuestras fronteras, para preservar nuestra seguridad, resulta imprescindible.
Disfruté del inmenso honor de conocerla y por ello me resulta muy complicado resumir en unas breves líneas sus numerosas virtudes, en éstos duros momentos en los que ya no se encuentra entre nosotros.
Huérfanos de nuestra Abanderada, al menos disfrutamos de la satisfacción de contar con su peculiar “Cuaderno de Bitácora”, en el que dejó reflejado el rumbo oportuno para sortear las adversidades. Un legado inmenso y eterno que permanecerá grabado a fuego en nuestro recuerdo.
María Luisa Franco Revilla, se incorpora al V Tercio, sin novedad.
Descanse en Paz.