Los vecinos de Benzú son agradecidos. Ahora por tener una marquesina destacan su aprecio a la voluntad política por hacer cosas. Así son los residentes de este rincón de Ceuta, agradecidos porque en este pueblo estamos acostumbrados a que lo que es normal de Algeciras para arriba sea, a este lado del Estrecho, considerado algo extraordinario.
Mis respetos por su educación, pero mi enojo porque a estas alturas tengamos que agradecer a la clase política por poner una marquesina en un barrio. Que en pleno siglo XXI haya lugares sin suficientes y variados contenedores, sin esas paradas de autobús, sin acerado digno, sin papeleras… dice mucho del nivel deficitario alcanzado, lo que choca directamente con la cantidad de dinero procedente no solo vía arcas municipales sino de fondos estatales y europeos.
Tendríamos que tener una Ceuta con calles de oro y lo que tenemos son descampados en barrios por donde pasan los críos para ir al colegio. Pero no pasa nada. Esto no interesa y de esto no se discute.
Tenemos también el complejo de agradecer por el cumplimiento de las obligaciones. El Ayuntamiento no nos regala ninguna parada de autobús. El sistema político en el que vivimos como el mejor de las opciones existentes se dedica a administrar las partidas para que los ciudadanos tengamos todo eso que se supone que forma parte del abanico de nuestros derechos. Lo suelen hacer mal.
Por eso precisamente cuando ponen en pleno 2023 una parada de autobús se aplaude el gesto y hasta se agradece. Olvidamos que el deber de un gobierno es gestionar bien para que el ciudadano disponga de los recursos básicos en una sociedad que dicen es del bienestar.
No. No tenemos que agradecer una marquesina, tenemos que tirar de las orejas al Gobierno por colocar una decente en pleno siglo XXI. Esa es la actitud, la de replicar, la de no conformarse, la de alzar la voz porque si seguimos así llegará el momento en el que nos traerán al vicario, al comandante general y a toda la tropa para inaugurar hasta la tapa de una alcantarilla nueva que agradeceremos haciendo reverencias. Tiempo al tiempo.