La Fundación Museo del Mar montó ayer el esqueleto de un Zifio de Cuvier, un animal bastante extraño, en el patio del Campus Universitario de Ceuta.
Según explicó Manolo García, biólogo encargado de los montajes de esqueletos del proyecto Gigantes del Mar, este ejemplar “llegó a Ceuta en el año 2007. Lo vimos y lo hemos estudiado, aunque llegó bastante descompuesto y eso dificulta mucho el trabajo”. Aún así, “pudimos hacer un estudio completo y hemos podido recrear en 3D ciertas partes del cuerpo de cara tanto a estudio como divulgación”.
Nada más llegar a la colección, el biólogo no dudó en ponerse manos a la obra en la reconstrucción de su esqueleto, ya que es animal muy singular y que guarda muchas curiosidades.
Una de ellas, tal y como detalló García, es que “solo tiene dos dientes, que se han recreado porque se pierden, ya que cuando un animal muere ciertas partes del cuerpo se empiezan a descomponer y se liberan”. Además, “este animal tiene un órgano de ecolocalización, como hacen los murciélagos en la tierra. Los cetáceos con dientes lo hacen también pero con una especia de sonar y este es el cetáceo que más desarrollado lo tiene”.
Asimismo, confirmó que se trata de un macho joven por los dientes y un hueso, que se puede diferenciar si está fusionado o no y saber a partir de ahí si es macho o hembra. Por otro lado, para saber la edad que tiene, “como pasa en los bebés, que siempre se dice que tienen más huesos que los adultos, pasa lo mismo en los cetáceos. Son mamíferos al fin y al cabo”. Así, “hay ciertas vértebras y huesos que no están fusionados y eso se traduce en que no es un adulto”.
El 90% del esqueleto "es de verdad", aunque hay ciertas partes que se han recreado
El montaje de este animal les ha llevado más de siete mes y ha sido uno de los más complicados. “Tenemos que hacer un estudio científico a nivel de cómo va cada hueso, dónde van colocados y en qué posición va colocado”.
Aunque el 90% del esqueleto “es de verdad, es suyo”, hay ciertas partes que se pierden, como las falanges de las aletas. Por ello, asegura que aunque “ha habido muchas partes que recrear, ha sido un trabajo muy bonito”. De hecho, “una parte de la mandíbula se ha podido recrear en 3D a partir de escaneos con una universidad de Estados Unidos” y otras partes han sido moldeadas a mano, como su aleta.
“Digamos que esto es como una mano, tiene un pulgar, un anular, un dedo meñique,…tiene los cincos dedos. Esto lo hemos tenido que moldear a mano porque no hay registros”.
Mañana jueves se celebrará un acto público para dar a conocer este animal, que estará expuesto de manera indefinida. El objetivo es acercarlo así a la ciudadanía, ya que se colocará a su lado un cartel con mucha información sobre el animal.
El montaje de este animal les ha llevado más de siete mes y ha sido complicado
Para finalizar, Mano García quiso agradecer “tanto a la Universidad como a la Ciudad Autónoma el que nos hayan cedido este espacio y poder llevar a cabo este proyecto”.
Y es que, las aguas de Ceuta esconden mucha riqueza por su gran biodiversidad animal y vegetal marina. Por ello, la Fundación Museo del Mar de Ceuta destapa parte de esos secretos que, poco a poco, saca a la luz a través de sus proyectos. Uno de ellos es ‘Gigantes del Mar’, que pretende recuperar, investigar, conservar y exponer las osamentas de tetrápodos marinos varados en las costas ceutíes que se recuperan gracias a la red de varamientos que coordina este Museo y en la que se ven implicados varias entidades como la Autoridad Portuaria, Athisa, Sanidad Animal y Makerel.