La Comisión Europea considera que el retorno de menores extranjeros no acompañados, los conocidos como MENA, a sus países de origen “podría ser una solución duradera adecuada” a la problemática que plantean en ciudades como Ceuta o Melilla, por ser frontera terrestre de la Unión Europea en África.
En una respuesta parlamentaria, el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopouluos, señala que esta sería la solución “para algunos menores siempre que redunde en su interés”. El comisario apunta que “es responsabilidad de las autoridades españolas garantizar que las condiciones para el retorno de los menores sean debidamente respetadas en cada caso individual”, como establece la Directiva 2008/115/CE.
Avramopouluos reconoce que en el seno de la Comisión Europea “preocupan las pruebas que confirman la sobreocupación”.