El Tribunal Militar Territorial Tercero con sede en Barcelona ha condenado a un soldado del Ejército de Tierra a un año de prisión y a pena de multa en una extensión de 12 meses, con una cuota diaria de 4 euros, por cada uno de los tres delitos contra la intimidad que cometió cuando estaba destinado en Zaragoza. El condenado, que hizo grabaciones a mujeres en las duchas o vistiéndose, estuvo destinado en el RING-7 de Ceuta, pero fuentes de la Comgeceu han querido precisar que en la actualidad no se encuentra en el Regimiento.
Los hechos a los que hace referencia esta sentencia salieron a la luz cuando una soldado descubrió una videocámara en la zona de duchas femeninas ubicada en la base de San Jorge, la sede de la brigada de Caballería Castillejos II de Zaragoza. Se confirmó la implicación del condenado quien además tuvo que responder de los hechos en un proceso paralelo por la vía civil en el que ya fue condenado en 2021 como consecuencia de lo descubierto en el volcado de imágenes.
Se practicó una entrada y registro ordenada por el juez togado en la camareta del alojamiento del Jaral, interviniéndose allí gran cantidad de material que fue aportado a esta causa.
El ya condenado reconoció los hechos, cuya investigación comenzó en 2016, tras verse descubierto en el marco de una investigación desarrollada por la Guardia Civil de Zaragoza. Así confesó que había instalado una cámara de videograbación en las instalaciones para obtener imágenes de las integrantes de las Fuerzas Armadas mientras se duchaban y aseaban. Había instalado además esa videocámara descubierta en otra zona de duchas de un alojamiento femenino de tropa con la misma intención.
En el análisis de todo lo intervenido en registros efectuados en 2017 se hallaron vídeos de varias soldados duchándose o vistiéndose. En una de las carpetas con documentos localizada en un ordenador se hallaron hasta más de 3.000 imágenes y videos personales de una soldado, habiéndose tomado incluso una grabación en mp4 obtenida en el transcurso de una misión internacional del Líbano.
Se le impone una pena de 1 año de prisión además de multa e indemnizaciones
En el registro practicado en el cuartel del Jaral, en la zona donde residía el condenado, fueron intervenidos tres teléfonos móviles, una cámara de vídeo, varios discos duros, así como una videocámara.
Al volcarse los documentos se compró la existencia de gran cantidad de imágenes que, no obstante, como consecuencia de la instrucción judicial practicada se concluyó que, tanto por las fechas en que fueron tomadas como por el lugar donde el acusado se apoderó de las mismas, año 2014 y durante el transcurso del despliegue del contingente español en Líbano durante la operación ‘Libre Hidalgo’, eran ajenas al ámbito competencial del Tribunal Militar Territorial, remitiéndose en inhibición al Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, que aceptó su conocimiento pero decretó el sobreseimiento provisional en torno a este punto por falta de indicios suficientes.
Fruto de la investigación se corroboró que el soldado visitó varias páginas web relacionadas con la compra de cámaras ocultas y de espías.
La condena ha sido fijada por tres delitos consumados contra la intimidad con tres soldados como víctimas de esas grabaciones.
A la pena de prisión y multa se añade, en concepto de responsabilidad civil el abono a cada una de las militares perjudicadas de 3.000 euros por razón de los daños emocionales derivados del atentado a su intimidad.
Es alucinante que a este sujeto no se lecexpulse del ejercito. Asi nos va.