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El Campus acogió ayer el primer seminario que contó con participación de diversos sectores
Abrir los ojos es el primer paso para identificarla, reconocerla y asumirla. Porque la trata no es un mito. El comercio de personas es una realidad muy presente en toda la sociedad, en este país y, por supuesto, en esta ciudad. Y es que España figura entre los principales destinos del tráfico de personas según la ONU. Nuestro país y, en concreto, Ceuta, es uno de los principales lugares de transito e, incluso, destino para las víctimas de trata, al posicionarse como una ciudad fronteriza. Pero la gravedad de la situación cobra mayores dimensiones cuando el resto de la sociedad camina con los ojos cerrados. Y precisamente este fue uno de los principales objetivos de las primeras Jornadas Contra la Trata que se celebraron ayer en el Campus.
Accem y Fundación Amaranta han ido de la mano en la organización de un seminario que tuvo una afluencia tan diversa como la que buscaban sus promotores. Y es que, ese era el primer paso, explicaba a FAROTV, Rosario Vicente, responsable de Accem en Ceuta. “El objetivo básico y fundamental era que personas procedentes de distintas disciplinas nos reuniésemos para tratarlo de una perspectiva diferente y, así, identificar los múltiples ámbitos en los que se produce en la sociedad”.
El primer y gran problema es que constituye un fenómeno que no está visibilizado, “parece que no ocurre, que son hechos de película”, opinaba Ilargi Mayor, responsable de Amaranta en Algeciras, “pero Ceuta es un lugar de entrada y también sucede”. La trata de personas es un delito, una vulneración de los derechos humanos y, por ello, aleccionaron las jornadas a lo largo de todas sus ponencias, que lo importante es “enseñar a mirar”. Una postura que afianzaba la representante de la Dirección General de Migraciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Inmaculada Morales. “Vivimos con los ojos cerrados pero hay que ser conscientes de que se trata de una práctica comercial regida por oferta y demanda y, en Europa, se demandan niños, mujeres, etc. Tanto a nivel laboral como a escala sexual”, corroboraba.
Por otra parte, Morales señalaba que existe una gran aceptación social de algunos tipos de trata como por ejemplo, el comercio sexual. “Fundamentalmente este delito afecta a personas extranjeras, muchas de ellas en situación administrativa irregular y eso a la sociedad española no acaba de calarle tanto como si se tratase de personas más cercanas las que pudiesen ser víctimas de este delito”.
Estas y otras temáticas como el proceder a nivel judicial se abarcaron a lo largo de toda la jornada. Fueron puestas en común, intercambio de opiniones y aprender a comprender una realidad tan compleja. Todavía quedan puntos por afinar, pero se enseñó a mirar a esa realidad omnipresente que a diario vulnera la Declaración Universal de los Derechos Humanos.