La Guardia Civil ha detenido a una mujer de 42 años acusada de un delito de contrabando de especies protegidas al detectar en dos de sus maletas casi 30 kilos de angulas vivas cuando hacía escala en el aeropuerto de Barajas de Madrid para volar hasta Nuakchot (Mauritania).
Los hechos ocurrieron el pasado 20 de noviembre, cuando la mujer, de nacionalidad malasia, aterrizó en la capital procedente de Casablanca (Marruecos), ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
Los agentes de la Unidad Fiscal y Fronteras observaron en el control de equipajes dos maletas en cuyo interior parecía encontrarse una gran cantidad de angulas vivas.
Tras localizar a su propietaria, se procedió a la apertura del equipaje y se comprobó la presencia de ocho neveras en dos maletas que contenían un total de 29,6 kilos de ejemplares de angulas, una especie protegida.
Tras ello, los agentes detuvieron a la mujer acusada de un delito de contrabando, tras lo que fue puesta a disposición de la autoridad judicial.
La destacada labor desempeñada por España en la lucha contra el furtivismo y el tráfico ilícito de angulas, siendo la Guardia Civil el cuerpo policial líder en cuanto a incautaciones y detenciones en los últimos años, se vio reflejado a nivel europeo en la operación internacional Askea-lake en la que este último año han estado implicados más de 24 países.
Una actividad liderada por organizaciones criminales internacionales
En España se han realizado cerca de 3000 controles e inspecciones, en puertos, aeropuertos y vías de comunicación. La mayoría de infracciones penales y administrativas se corresponden con delitos de pesca ilegal, delito por tenencia y tráfico ilegal de especies protegidas e infracciones a la normativa sobre espacios naturales.
Esta actividad ilícita se encuentra liderada por organizaciones criminales perfectamente estructuradas, que adoptan cada vez mayores medidas de seguridad para facilitan el tránsito entre países y evitar el control policial.
Alarmante descenso poblacional
El alarmante descenso poblacional de la anguila europea (Anguilla anguilla) fue tal que hizo que las autoridades europeas tuvieran que adoptar decisiones tendentes al control de su pesca y comercio (incluyéndose en el Convenio CITES (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre), estableciéndose un cupo 0 para la exportación a terceros países, en los que existe una fuerte demanda para su consumo.