Cumplir con la palabra de su padre. Hacer realidad lo que un día dijo en vida. Carlos Vivo junto a sus hermanos Diego y Luis entregaron en la tarde del jueves, en Ceuta, una pieza correspondiente al ferrocarril que se podrá ver en todo su esplendor la próxima semana, ya que tendrá lugar la inauguración de este centro cultural situado en la barriada de la Estación.
Este hecho es el punto y final a una historia con sabor agridulce. Para llegar hasta el día en cuestión, esta familia ha tenido que hacerse responsable de una pieza centenaria. Lo cierto es que parece que los años no han pasado por ella, ya que las labores de mantenimiento que en su día realizó Diego Vivo Limón han dado su resultado. Brillante, se mire por donde se mire.
“Mi padre la guardó con la esperanza de devolverla”, dice Carlos. El progenitor falleció en 2019, él no ha estado de cuerpo presente para vivir este momento; pero son sus hijos los que han hecho este acto de fe.
“Lo que pretendemos es dejar claro que la pieza no nos la hemos quedado”
A través del Ayuntamiento, le dieron permiso a Diego para que se hiciera cargo del cuidado de esta pieza. Por aquella época, la zona del ferrocarril estaba en completo abandono, desolada y sin vigilancia alguna. Las partes de la locomotora se encontraban esparcidas y algunas desaparecieron.
Pero, tras divisar este círculo dorado, “pensó que sería buena idea guardarlo hasta que llegase este día y mientras limpiarlo y pulirlo poco a poco para que no se notara su desgaste”, explica Carlos. Más de 30 años ha permanecido bajo custodia, envuelta en trapos para que se conservara mejor.
Durante décadas, los comentarios que ha recibido esta familia han sido de todos los colores y formas. “Con este acto, lo que pretendemos es dejar claro que no nos la hemos quedado”, afirma Carlos. Las redes sociales y las habladurías han servido para “dejarnos en evidencia” y, sinceramente, “guardarla nos ha supuesto un verdadero problema”, sentencia.
Desde el jueves, la palabra de Diego Vivo, su “sueño”, se cumplió. Ese objetivo que perseguía en vida y que no pudo verlo con sus propios ojos, se hizo realidad. Sus hijos dieron la pieza a Ernesto Sáenz de Navarrete, uno de los encargados del centro cultural. Sin duda, este ferrocarril lleva su nombre.
Me parece muy emotivo, y considero que sería bueno verlo como un primer paso para una restauración más completa de la locomotora.
Por lo que se refiere a la noticia, creo que lo que los hijos de Don Diego deben de estar orgullosos del empeño que su padre puso para que esa placa (que es indudablemente original de la locomotora nº 1 "Ceuta") del ferrocarril vuelva al centro de la puerta de la caja de humos. Donde se encontraba cuando la locomotora estaba en servicio.
Ahora bien: creo que el deseo de Carlos Diego y Luis, era que su padre hubiese podido estar presente y con vida en ese acto. Que es lo contrario de "estar de cuerpo presente". Que significa la presencia - en el ataud - de una persona recién fallecida - en capilla ardiente y en el funeral.
Dejando a un lado este lapsus del redactor, Muchas gracias por este gesto.
Muy buen gesto. Donde mejor están esas cosas, es cuidadas en un museo y para deleite de quien quiera disfrutarlo.
Tengo una curiosidad.
El 1 grande es original o lo han añadido ? Parece mas moderno que el resto de la placa y un 1 de diferente diseño que el de la fecha (1917)
La pieza es totalmente original. No hubo que poner añadido. El número en sí es una placa mucho más fina y pulida, con un aspecto totalmente distinto para facilitar la visibilidad de la identificación.
Muchas gracias por la aclaración.
Y les reitero mi enhorabuena y gratitud por cuidar y entregar la histórica pieza.
Hablar es gratis .Yo no conozco a esta famila .Si de su trabajo .Quiero decir con esto que bonito gesto y bonita labor.Mi bisabuelo trabajaba en la estación y ojalá lo hubiera visto
La gente hablo mucho y hace muy poco. Son los críticones de siempre, cobardes y mal pensado. Un fuerte abrazo a la familia Vivo que ha hecho realidad un sueño de su padre y, sobre todo, ha sido capaz de guardar una reliquia que de no ser por su padre se hubiera perdido para los restos. Un diez para la familia Vivo. Juan Amado.
Tiene usted toda la razón... Esa pieza hubiera sido seguramente fundida en el país vecino