La escritora y periodista Reyes Monforte ha presentado este domingo en el Hay Festival de Segovia, 'La violinista roja', considerada como su obra más ambiciosa, basada en el personaje real de África de las Heras, española, nacida en Ceuta, en 1909, de quien se la llegado a decir que fue la instructora de Valdimir Putin, que le dedicó un sello conmemorativo como heroína del pueblo, después de haber trabajado cincuenta años como espía del KGB.
En conversación con Alberto Marcos, editor de Plaza y Jánes, responsable de ficción de Penguin Random House, Monforte ha relatado que, a día de hoy "esta mujer es un misterio, la gran desconocida", pese a haber estado en todos los grandes episodios del siglo XX, desde la Revolución de Asturias a la Guerra Civil Española, el asesinato de León Trotski, la II Guerra Mundial, el espionaje atómico, en Bahía de Cochinos o en la guerra de Corea.
De acuerdo con la autora, a la que Marcos ha definido como una escritora que "consigue narraciones que nos atrapan", De las Heras, que falleció en Moscú, en 1988, terminó sus días siendo instructora de la nueva camada de espías soviéticos, "muchos aún dando vueltas hoy por el mundo".
Con 15 novelas publicadas, en su intervención, Monforte ha explicado que África de las Heras "es todo un hito no solo porque se convirtió en la española más condecorada por la Unión Soviética y una de las primeras y pocas mujeres en alcanzar el grado de coronel del KGB, sino que fue de las pocas espías soviéticas que no sufrió nunca ninguna purga, por parte de la Unión Soviética, ni tampoco fue descubierta".
Conoció en Barcelona a quien luego fue asesino de Troski
Entre algunos episodios, la autora de la novela ha relatado que la espía, de familia de militares españoles, conoció en Barcelona a quien luego fue asesino de Troski, Ramón Mercader, a través de la madre de éste, Caridad, que era una agente soviética amiga de Stalin, que condujo a De las Heras a ser reclutada por los servicios secretos de la Unión Soviética porque era de las mujeres más crueles en los interrogatorios que realizaba en plena Guerra Civil.
Tras su primer cambio de identidad, haciéndose llamar María de la Sierra, viajó a México a casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, donde residía Trotski, convirtiéndose en su secretaria, facilitando todos los datos e información para que luego Mercader asesinara al revolucionario ruso de quien incluso pasó información de su relación pasional con Kahlo.
"Mucha veces cuesta crear empatía con un personaje que hace cosas no políticamente correctas"
Para Monforte, "De las Eras era muy buena como espía, sin entrar a valorar su ideología y sus motivos, pero la novela es muy coral porque también está Ernest Hemingway o George Orwell todos los espías soviéticos o Mercader, que pudo ser su único gran amor, muchas veces cuesta crear empatía con un personaje que hace cosas no políticamente correctas, para cierta parte del mundo, al menos, no para la Unión Soviética, pero el sentimiento de amor nos humaniza un poco a todos".
Como curiosidad, la escritora ha señalado que la espía no tocaba el violín sino que, cuando la enviaron a los bosques de Ucrania a luchar contra los nazis -"que ahí sí que sentimos cierta empatía con ella porque eran los malos"-, ha matizado, era operadora de radio y a las espías que se dedicaban a esta labor les llamaban violinistas porque iban con un pequeño aparato de radio que metían en una maleta a modo de estuche de violín.
Monforte ha reconocido que en el libro hay mucho diálogo pero con una gran base documental, aunque hay muy poca documentación para lo que fue esta espía, de ahí que más que histórica sea casi una novela de acción, aventuras, suspense, incluso novela negra.
Tras señalar que en la bibliografía hay más de cien títulos, la escritora ha confesado que "el secreto de la obra está en disfrutar con la documentación, yo siempre digo que soy escritora, pero sobre todo lo que soy esa es lectora, me apasiona leer absolutamente todo para presentar al lector la personalidad completa de los personajes", ha subrayado Monforte.
Maravillosa narración donde retrata con bastante objetividad la realidad de una época desconocida e incluso tergiversada donde se puede observar las luchas internas dentro de las mismas fuerzas que conformaban el Frente Popular, pero lo que es innegable con sus contradicciones y horrores que Nuestra paisana es un personaje inigualable y de los más destacados por sus acciones y reconocimientos logrados en su faceta como espía, sin lugar digna de una biografía rica en situaciones y personajes irrepetibles que pasaron por nuestro país, bien como periodistas como por formar parte de las brigadas internacionales.