Se nos fue Joaquín Manuel Rodríguez Gil, Kino. Como si de un mal sueño se tratara, sin el más mínimo estruendo, mi amigo del alma, mi compañero de bachiller y de magisterio se ha ido. Somos muchos los que lloramos tu ausencia, aunque tu recuerdo permanecerá para siempre inalterable en nuestro corazón.
Ceuta perdió a un gran maestro con tu jubilación. Un extraordinario profesional, trabajador, honesto, entregado por completo a la docencia y a tus alumn@s. Nunca conocí a nadie como tú. Fuiste un ejemplo para todos. Siempre a la vanguardia de los métodos didácticos, pero siempre inconformista y crítico.
Nunca pensó en ser maestro, pero una anécdota en una clase, a la que asistió casualmente, le marcó y encontró la que sería su verdadera vocación a la que se entregó en cuerpo y alma, sin escatimar nunca el más mínimo esfuerzo.
Fue uno de los jóvenes maestros que desde el minuto uno nos inspiró a muchos de los que empezábamos como él. Su pasión en la defensa de lo público, su altruismo a la hora de darlo todo por sus alumn@s, su compromiso personal con la profesión. En definitiva, un apasionado de la EDUCACIÓN con mayúsculas.
Los que hemos tenido la fortuna de conocerte y convivir contigo, hemos aprendido mucho y siempre te recordaremos como el arquetipo del profesional avanzado a su época que tuvo que lidiar con más de una incomprensión, pero que al final conseguiste hacer que prevaleciera la honestidad y la honradez de tus postulados.
En lo que respecta a nuestra amistad y a los muchos momentos que hemos compartido desde hace más de cincuenta años, cientos de vivencias inolvidables con los amigos y con la familia. Para mi hijo siempre serás X3 y para María José el compañero de estudios que le sirvió de apoyo y estímulo en momentos muy duros.
Podría estar durante muchos folios recordando vivencias. Sólo decirte que ha sido un grandísimo honor compartir contigo y tu familia muchos años de vida. Que siempre he encontrado en ti al amigo que necesitaba en momentos difíciles y también en épocas más felices. Siempre permanecerás en nuestro corazón y, estés donde estés, espero poder volver a reencontrarte. Para todos has dejado un vacío imposible de llenar. Es muy probable que ya estés con Juanjo, con César y con Nono, además de por supuesto con tus padres y tu querida tita.
A cambio, en este mundo tan injusto que nos ha tocado vivir, nos dejas un legado extraordinario, representado por tu hija, tu compañera y miles de alumnos que seguro te recuerdan como el gran maestro que les guio en sus vidas.
Hasta siempre, querido amigo. Eternamente agradecido por haberte conocido. Un fuerte abrazo
Hasta
Siempre Kino.
Gracias por tu trabajo. Un compañero del colectivo educativo ceuti
Que penaa mas grandee , fue mi tutooor y aunq no guii una alumna facil siempre estaba ahii para mi y todos nuestros compañeros, era increible.. descansee en pazz profesoor!! Siempre le recordaremoss!!
Me uno a todas las opiniones y comentarios de José Luis Fernández Medina sobre Kino. Me he despertado con la triste noticia de su fallecimiento y me parece una pesadilla de la que quiero despertar y no puedo. Lo conocía desde sus tiempos de Magisterio, dos promociones después de la mía, y siempre fue una persona exigente y crítica con todos, empezando por él mismo. Traté con él varias veces como padre de alumno. Tenía que ir a verlo a las 8 de la mañana. Allí estaba a esa hora todos los días, una hora antes de que comenzaran las clases, preparando los últimos detalles del trabajo de cada día. No soy persona de elogio fácil, pero tuve la satisfacción de decírselo poco antes de que se jubilara: Kino, el Magisterio sufre una gran pérdida con tu marcha, quedan muy pocos MAESTROS, con mayúsculas, como tú. Pero ahora, la mayor pérdida, es su marcha de este mundo, no poder verlo y saludarlo cuando daba sus grandes paseos y me cruzaba con él. Ruego a Dios que lo tenga en su gloria y dé fuerzas a su familia para afrontar su pérdida. Adiós Kino, hasta siempre, MAESTRO!!!
El historiador americano Henry Adams aseguraba que un profesor trabajaba hasta la eternidad ya que nadie podía decir dónde acababa su influencia. Kino era un ejemplo de ello.
Hace dos días llegó a mis oídos la noticia de que el mejor maestro que jamás tuve había fallecido. Tras aquel semblante serio y reservado, había un docente vocacional que consiguió darle voz y sentido de la responsabilidad a cada uno de los 30 que tuvimos la suerte de ser sus alumnos en aquellos dos cursos. Bautizados por él como los 'wakismeis' e inspirados por la pasión que sentía por su profesión, nos motivó a sacar lo mejor de nosotros mismos con sus 'cuadros de honor', sus famosas Asambleas en tutoría, el blog de la clase o la biblioteca del aula entre otras muchas funciones.
Hoy se marcha un profesor que deja una huella imborrable y que sembró la semilla de la curiosidad en todo su alumnado.
Una gran persona que solo pensaba en la educación de los que llamaba el mis nenes. Gracias por los valores que le implantaste a todos los alumnos que pasaron por ti.D.E.P