La muerte de al menos 23 migrantes en la valla de la frontera entre Marruecos y Melilla el pasado 24 de junio llegó este lunes al Parlamento Europeo en un debate en el que diputados españoles de diferentes partidos, así como la Comisión Europea, reclamaron una investigación independiente.
La encargada de abrir el debate en nombre del Ejecutivo comunitario fue la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, que consideró "inaceptable" que haya personas muriendo de esta forma a las puertas de la Unión Europea pero también que la gente intente "forzar su entrada" a través de la frontera del continente de forma violenta.
"Nuestra prioridad ahora mismo en la frontera es dar tratamiento médico y establecer completamente cómo fueron los hechos", dijo la comisaria, que se unió a las peticiones de la Unión Africana y de Naciones Unidas para que se lance una investigación al respecto y aplaudió que la Fiscalía ya lo esté haciendo en España.
"La única forma de gestionar la migración a Europa es entrar en contacto con socios fuera de Europa, países de origen, tránsito y destino. Defender los derechos fundamentales es clave en estas asociaciones. Marruecos es un socio estratégico de la UE para gestionar la migración y luchar contra el tráfico de migrantes", dijo Johansson.
Melilla, abundó la comisaria, muestra que Europa "necesita un pacto sobre migración y asilo" y es al mismo tiempo "una señal de alarma" de que cada vez más gente está poniendo sus vidas en manos de traficantes, por lo que se debe hacer "todo lo posible para salvar vidas (...) y tratar a la gente con dignidad y respeto.
El diputado socialista Juan Fernando López Aguilar, por su parte, insistió en que este suceso, que tildó de "lamentable e inaceptable", "no ha pasado en Melilla sino al otro lado de la frontera", y reclamó "una investigación independiente, exhaustiva, que determine responsabilidades y adopte medidas necesarias".
"No basta con detener la vista en Marruecos, que soporta una importante presión migratoria de personas procedentes del África Subsahariana", dijo el diputado socialista, que instó al Parlamento a exigir "la responsabilidad compartida del conjunto de la UE y no solo los estados que tienen frontera".
La diputada de Izquierda Unida Sira Rego tildó las políticas migratorias europeas de racistas: "Si hemos sido capaces de proteger a varios millones de refugiadas ucranianas que huían del horror, nada justifica que no hagamos exactamente lo mismo con quienes vienen huyendo de otras guerras. Pero no es eso lo que hemos visto en la valla de Melilla", lamentó Rego.
Desde el PP, Juan Ignacio Zoido criticó la gestión del Ejecutivo de la frontera sur con una "política migratoria errática y de bandazos", dejando "desprotegidas" a las fuerzas y cuerpos de seguridad y "alterando el delicado equilibrio" de la región.
"Necesitamos un Gobierno transparente y fiable que recupere la credibilidad de España y de Europa en el Norte de África", pidió Zoido.
El eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas apuntó por su parte a la gestión de fronteras marroquí, que definió como "una mezcla de negligencia e incapacidad unida a una indecente utilización política del drama migratorio para presionar a España y a la UE" y que, consideró, ha causado este "corolario trágico".
Marruecos, añadió Cañas, debe respetar los derechos humanos de los migrantes y luchar contra la migración irregular y el tráfico de personas, pero también cumplir con "los compromisos que ha adquirido con la UE de los que ha recibido más de 346 millones de euros".
Desde la bancada de Vox, Hermann Tertsch instó a no buscar responsables de las muertes "entre los policías españoles y los españoles con sentido común que sufren las consecuencias de la inmigración ilegal" y coincidió con Sánchez en tildar la entrada de los migrantes como un "asalto a nuestras fronteras".
"Los responsables son los que prometen con el dinero de otros un paraíso en Europa que no existe", dijo Tertsch, que acusó también de causar la tragedia a "los que subvencionan buques de ONG falsas" o "los que piden que vengan 50 millones de inmigrantes".
Por su parte, el diputado de Anticapitalistas Miguel Urbán pidió la dimisión inmediata del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que hoy ha defendido que "se actuó atendiendo a los parámetros legales nacionales e internacionales en materia de protección de derechos y libertades fundamentales con la proporcionalidad de adecuación a la situación".
Urbán reclamó también "impulsar una investigación internacional que depure las responsabilidades penales y políticas", solicitud a la que también se unió la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao.
“Es urgente identificar a las víctimas, seres humanos como nosotros, repatriar sus cuerpos, esclarecer los hechos, depurar responsabilidades, establecer medidas de reparación y evitar la impunidad y la repetición de hechos similares”, incidió Bilbao.
También Diana Riba (ERC) advirtió de que "la extrema derecha gana cuando los que se denominan progresistas verbalizan su mismo discurso", en referencia a la respuesta de Sánchez a las muertes, mientras que Carles Puigdemont (JxCat) criticó que la Comisión Europea haya mostrado "un desprecio olímpico" a este episodio.
No entiendo cómo unos países se empeñan en meterse en los asuntos de otro País en éste caso de Marruecos. Ellos son los que tienen que saber qué hacer.