César Luis Gómez - Hörh Román fue el encargado de dar el esperado pregón de la Semana Santa de Ceuta 2022. Un acto para el que este gaditano, caballa de adopción, sacristán de la Catedral, devoto de la Virgen de África y bordador profesional, tuvo que esperar más de lo que jamás pensó, ya que fue designado en 2019 pero la pandemia no permitió que tomase la palabra. Por fin lo hizo con un pregón que el propio autor define como reflexivo e inusual en el que pidió compromiso para devolver el esplendor de antaño a la Semana Santa de Ceuta.
-Parecía que no llegaría el día de dar su pregón y por fin llegó…
-Por fin. La verdad es que ha sido una gran responsabilidad para mi porque ya de por si ser pregonero lo es, pero más aún en un año como este en el que retomamos después del parón de la pandemia. Es curioso, porque, en su día, yo pensé que mi intervención y mi discurso pasarían desapercibidos, pero estos tres años de espera le aportaron un interés que no esperaba.
-Desde otoño de 2019, ¿quién ha cambiado más usted o el pregón?
-Indiscutiblemente he cambiado más yo en este tiempo, sobre todo interiormente. Cuando llegó la pandemia pensé que era absurdo tocar nada de mi texto, y dejé que fueran pasando meses. A finales del 2020 empecé a darle vueltas a cambiarlo, pero, luego, vi que la cosa se alargaba y lo pospuse de nuevo. La estructura la conserve siempre intacta y fui añadiendo y quitando cosas de carácter sencillo. Desde su origen, mi pregón fue muy reflexivo, y, como comenté el Miércoles de Ceniza cuando me ‘dieron la palabra’, este pregón, sin quererlo, ha estado muy actualizado por el tema de la pandemia que, de forma automática, hizo que cobrase más sentido su contenido.
-Subirse al atril este año era una oportunidad única para decir infinidad de cosas; hablemos de su pregón.
-Mi pregón es un poco inusual. Sinceramente, el subirme al atril y ser pregonero de una Semana Santa era algo que nunca esperé hacer. La gente del mundo cofrade espera algo concreto ese día, pero yo no podía hacerlo así. El pregón es una exaltación y quizás pues se espera algo más expresivo que lo que yo hice, pero soy una persona interiorista. Me gustan los pregones de buscar el aplauso, pero eso hay que saber hacerlo y no es lo mío. Opté por algo más reflexivo y personal. Evidentemente, sobre gustos hay colores, pero yo no lo concebía de otra forma ni podía hacerlo de otra manera. Es mi pregón y tenía que ser así.
-¿Podría encontrar algún calificativo que defina su discurso?
-Mi pregón es de fondo más que de forma. Yo no he seguido lo establecido. Al escucharlo quería que la gente leyera entre líneas porque dije muchas cosas sobre la ciudad. Versa sobre las siete virtudes del hombre y finaliza con una reflexión de la belleza de Ceuta, de todo lo bueno que tiene y de cómo podemos acogerlo y hacerlo vida en cada uno de nosotros.
“Mi mayor respeto a todas las Hermandades que han decidido sacar a sus titulares este año a la calle. Algunas en sus pasos tradicionales y otras en parihuela. Va a ser algo distinto a lo que hemos conocido, pero después de estos años duros vamos a tener a los titulares en las calles y espero que la gente salga a acompañar a las hermandades y a dar sentido a esta Semana Santa de nuestra ciudad”
-¿Qué marchas eligió para el Domingo de Pasión?
-Concepción en África, una marcha que Abel Moreno dedica a la Virgen de la Concepción del Silencio. Me gusta mucho y, como quería hacer un pregón caballa porque aunque no soy de Ceuta me siento caballa, elegí esta música porque es la primera marcha que escuché de Ceuta estando en Granada y bueno no tuve dudas en usarla porque era lo propio.
-¿Qué imagen o qué Titular se le vino a la cabeza cuando se asomó al atril?
-La Virgen de África, a la que dejé para el final de mi intervención. Es la que me acogió en Ceuta y es la patrona de la ciudad.
-¿Se lo dedicó a alguien en especial?
-A mis padres, que gracias a ellos tengo educación cristiana, a la Virgen de áfrica, a la Hermandad, gracias a la que he sido pregonero y a todas las personas que, sin saberlo, me han inspirado para escribir este pregón.
-¿Cómo cree que será la Semana Santa de 2022?
-Distinta. Mi mayor respeto a todas las Hermandades que han decidido sacar a sus titulares. Algunas en sus pasos tradicionales y otras en parihuela. Va a ser algo distinto a lo que hemos conocido, pero después de estos años duros vamos a tener a los titulares en la calle y espero que la gente salga a acompañar a las hermandades y a dar sentido a esta Semana Santa que necesita el apoyo de todos, de los hermanos que salgan de nazarenos y del pueblo que vaya a verlos.
-¿Cómo explicaría a alguien de fuera la Semana Santa de Ceuta el pregonero?
-Es una Semana Santa curiosa, porque tiene un público con mucha multiculturalidad y, por otro lado, es singular, porque mantienen una fuerte vinculación con el Ejército. No es como la de Málaga, pero si es militarizada en el sentido de la aportación de los distintos Cuerpos a esas Hermandades. De hecho tenemos un acto muy importante que es el Encuentro que se llevará a cabo entre la Esperanza y Jesús Nazareno.
“Hay que apoyar nuestra Semana Santa para evitar que se pierda la tradición, que está muy dañada en estos momentos y que la pandemia le ha afectado negativamente. Hermanos, costaleros y gente que participaba han sufrido un parón y va a costar retomarlo todo. O espabilamos y volvemos mínimo a donde lo dejamos o esto se nos muere”
-¿Tiene alguna calle o momento especial en su Semana Santa más personal?
-Como soy sacristán de la Catedral siempre vivo la Semana Santa en la iglesia y reconozco que mi momento favorito es cuando entran las hermandades y la estación de penitencia ante el Santísimo.
-¿Cómo está de salud nuestra Semana Santa?
-Ceuta tiene sus peculiaridades pero, como comenté en mi pregón, la ciudad necesita el apoyo de su gente, que últimamente tiene por costumbre el irse a la Península desde el Miércoles Santo. Hay que apoyar nuestra Semana Santa para evitar que se pierda la tradición, que está muy dañada y que la pandemia le ha afectado negativamente. Hermanos, costaleros y gente que participaba han sufrido un parón y va a costar retomarlo todo. O espabilamos y volvemos mínimo a donde lo dejamos o esto se nos muere…
-¿Qué futuro ve esta tradición en esta ciudad?
-Verdaderamente no es bueno en el sentido de que es claro y patente que muchas hermandades están sobreviviendo y las que tenían actividad se han visto mermadas por la pandemia. De ahí viene también el origen de mi pregón. Si no nos ponemos las pilas irá cada vez a menos. Creo que todos tenemos que participar en los actos e iniciativas durante todo el año. Ese calor de los hermanos y de los costaleros se percibe fuera y hace efecto llamada para que la gente se vincule a las hermandades y para que luego, cuando llegue el Jueves Santo, no se vayan a la Península. Es un trabajo de fondo y las hermandades que están más inactivas deben de tomar decisiones, yo pienso que hay que sentarse, ver las debilidades y reaccionar. Lo que está claro es que hay que tener actividad. Hay que tomar las riendas y seguro que volveremos a tener una Semana Santa como la de antaño.