Los controles se están centrando sobre todo en los camiones y remolques de autobuses y vienen a complementarse con los que se realizan en las escolleras y en los callejones portuarios.
La próxima Operación
Fuentes de la Guardia Civil han advertido del mayor pico de presión que se prevé registrar en la próxima Operación Feriante; asunto éste que se abordará en la junta de seguridad que se organice al efecto para disponer el dispositivo que será vigente en esa jornada. Y es que a los controles ya ordenados desde hace años en los bajos de la Marina, que sirven para aminorar las detenciones que ya se llevan a cabo en el puerto, se está estudiando sumar otros situados en la misma avenida que conduce a la zona de embarque para evitar los llamados ‘asaltos’ de subsaharianos que esperan el pase del camión a su lado.
En este tipo de servicios los guardias civiles no pueden hacer más que rechazar el embarque, identificar a los inmigrantes, y dejarlos en libertad, notificando, si se estima conveniente, estas novedades a la dirección del CETI para que tenga conocimiento de ello.
Y por la noche, a la planta
La noche no es para los camiones del puerto, sino para los de la planta de transferencia ubicada en el Monte Hacho. Hasta allí se dirigen los inmigrantes para intentar el escondite más peligroso: esconderse en los camiones que se preparan de noche en el momento en que se está empaquetando la basura. Los trabajadores han tenido que advertir a los inmigrantes para que se marchen del lugar, haciendo incluso acto de presencia las patrullas de la Guardia Civil. Sospechan que al ser de noche la vigilancia va a ser menos y les va a resultar más sencillo permanecer hasta el embarque oculto entre las basuras. Desconocen el peligro debido a que pueden quedar atrapados por las máquinas. La planta está siempre operativa.