La obra que se está llevando a cabo en Fuerte Mendizábal es sin duda la de mayor envergadura que ha sido ejecutada en la ciudad. Al margen de que la construcción de una gran penitenciaría tenga sus afines y sus detractores, la actuación en sí pasará a los anales de la historia local como la más importante. Cada mes movilizará, como mínimo a 400 trabajadores, lo que provocará una inversión de tres millones de euros. Tal es la envergadura de la obra que se tiene que ejecutar, que se ha dispuesto una zona de comedores y descanso para los trabajadores lo que movilizará, además, al personal encargado de la cocina, limpieza y demás acciones propias de este catering. Nunca antes se había acometido una obra de estas características en la ciudad.
Ayer el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, pudo conocer el estado de las actuaciones y recibir, in situ, las explicaciones de los miembros de la SIEP, para la viabilidad de un proyecto en el que el mandatario de los Reyes ha puesto todo el empeño.
De momento, tal y como ya adelantó este medio, las obras de construcción del CIS (Centro de Inserción Social) ya han comenzado, al igual que las correspondientes con el control de acceso a dicho centro, las del edificio de control de acceso, módulos residenciales y zona de talleres. En total se ve la obra ya en cuatro de los doce edificios que conformarán este complejo.
¿Y ahora qué? A cumplir con los plazos, previendo que el próximo septiembre esté perfilado el 80% de esos edificios. Según estimaciones de la Delegación del Gobierno, la obra alcanzaría el 100% de productividad a finales de octubre.
La construcción de la cárcel es pareja a la puesta en marcha de una mini-ciudad. Sobre una superficie de 23,4 hectáreas, tiene un presupuesto de 110 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. Día tras día, en esta zona, trabajarán cientos de operarios de diferentes especialidades para levantar la obra, teniendo que disponer allí de todos los servicios requeridos durante la jornada hasta su finalización, también, evidentemente, los higiénicos además de los módulos propios de obra. Salvo una residencia en la que dormir, el resto deberá ser aportado in situ debido a la lejanía de Fuerte Mendizábal con el centro. Como curiosidad cabe destacar que en este tipo de montaje de infraestructuras se está teniendo el apoyo de empresas como la que se encargó de la construcción del aeropuerto de Málaga, que también tuvo que habilitar comedores y zonas destinadas a los trabajadores, dada la magnitud de aquella actuación. Pues bien, de su experiencia se está nutriendo la empresa encargada de ejecutar este proyecto.
La visita, ayer, de Fernández Chacón estuvo arropada por varios técnicos de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamiento Penitenciario (SIEP), así como de los responsables de la empresa adjudicataria, la UTE CORSAN-Corviam-ISOLUX. Para garantizar que se vayan cumpliendo los plazos estimados se ha dispuesto la colocación de una planta de hormigón para poder preparar el producto en la misma obra sin tener que recurrir a desplazamientos; además un total de 18 grúas estarán a pleno funcionamiento cada día.
¿Y qué papel juega en todo esto las empresas y trabajadores locales? En cuanto a la contratación, habrá que recurrir, en el caso de los especialistas, a la mano de obra foránea, debido a la ausencia de los mismos en Ceuta. No obstante se podrá nutrir de los que resulten formados en la Escuela de la Construcción. En cuanto a los materiales, la Delegación del Gobierno se ha comprometido a contratar los suministros y servicios auxiliares con empresas locales o que tengan arraigo en la ciudad.
A modo de curiosidad, durante la fase de movimiento de tierras, que se ha acometido durante el último año aproximadamente, se han extraído de la zona, un total de 2 millones de metros cúbicos de roca, de los que 624.800 han procedido de las 249 voladuras que han sido necesarias para allanar el terreno, de difícil orografía.
La Delegación del Gobierno considera que esta inversión es la de mayor cuantía de la legislatura y a punta a que para 2011 hay recogidos en los Presupuestos Generales del Estado una dotación de 31,74 millones de euros. El complejo incluye un centro de inserción social y 12 edificios que estarán comunicados entre sí con un túnel subterráneo. Cuando se ponga en funcionamiento el nuevo centro se estima la incorporación adicional de unos 450 empleados (funcionarios y laborales), “además de la creación de riqueza ligada a las necesidades del funcionamiento diario de un centro de éstas características”, señala.