El teletrabajo que empresas y trabajadores han incorporado de manera masiva desde el pasado mes de marzo para mantener su actividad mientras cumplen con restricciones de movilidad, cuenta ya con una normativa, algo muy importante ante la segunda oleada del Covid-19 y ante un posible nuevo confinamiento.
Siempre que la actividad lo permita (no todos los trabajos pueden realizarse a distancia), empresas y trabajadores deberán negociar y plasmar por escrito un acuerdo que establezca las bases para acometerlo cumpliendo con la nueva norma y sus principios de voluntariedad y reversibilidad, entre otros. Este es el aspecto más importante que valoran desde los sindicatos UGT y CCOO, así como la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE).
El Consejo de Ministros aprobó este pasado martes el Real Decreto-Ley que regula el trabajo a distancia. El secretario de organización de CCOO Ceuta, José Antonio Saiz, valora positivamente que “se regule esa parte del mercado laboral que no estaba regulada y ha llegado para quedarse”.
Desde CCOO, UGT y la Patronal se congratulan de que esta última regulación se haya aprobado con el acuerdo “absoluto” de empresarios, sindicatos y administración. “Esta ley sale del consenso de los tres y es un acuerdo en principio positivo porque sale con el consenso de todos”, comentó el secretario general de UGT Ceuta, Juan Carlos Pérez.
Esta ley viene, en definitiva, a regular una situación laboral que se viene produciendo sobre todo desde que comenzó la crisis sanitaria de forma muy importante y que ha llegado para quedarse. “Esto no es una cosa temporal y que vaya a desaparecer. Las empresas y los trabajadores han descubierto la posibilidad del teletrabajo como una forma más de prestar un servicio y viene para quedarse y hay que regularla. No puede estar sometido a la libre interpretación ni de las empresas ni de los trabajadores”, continuó Saiz.
Ese marco regulatorio recoge algunas de las pretensiones que por parte de los sindicatos se planteaban y que son positivas. Como por ejemplo, la voluntariedad, es decir, no se puede imponer el teletrabajo, salvo circunstancias específicas como puede ser la crisis sanitaria que hemos vivido. Pero en general no se puede imponer, sino que tiene que nacer del acuerdo entre el trabajador y el empresario con el conocimiento de la representación sindical.
“Entendemos que es un paso más para regular la metodología del teletrabajo, que en España a penas se tenía constancia de ella ni en el Estatuto de los trabajadores ni en los convenios colectivos. Y con esta nueva regulación pues ya se abre a que cuando se redacten nuevos convenios colectivos o bien mediante acuerdos voluntarios, como recoge el decreto, entre trabajadores y empresas, que deben establecer las condiciones en las que se realiza este teletrabajo”, explicaba el secretario de la CECE, Antonio Ramírez.
Se recoge también en la ley la posibilidad de que una vez que se haya llegado al acuerdo y se lleve a cabo el teletrabajo que se pueda extinguir o finalizar.
“También dice que las empresas están obligadas a dotar de todos los medios necesarios a los trabajadores para que puedan prestar su trabajo. También se regula que las empresas previa negociación tendrán que compensar a los trabajadores por los gastos o costes que les supone teletrabajar desde su domicilio, cosa que antes durante el confinamiento tuvieron que asumir los trabajadores los costes”, señaló Juan Carlos Pérez.
Otro punto en el que coinciden tanto los sindicatos como la patronal es en que la regulación del teletrabajo era muy necesaria de cara a un posible confinamiento ante el aumento de casos en nuestra ciudad.
“Independientemente de este decreto, ha habido ciertas empresas que para reducir el contacto entre algunos trabajadores ya lo han ido aplicando durante el confinamiento. Muchas con actividades esenciales y de oficina que han continuado sacando adelante el trabajo sin verse en la obligación de tener que llevar al ERTE a los trabajadores”, destacó Ramírez.
Hay ya zonas de nuestro país que están en una situación de fase 2 y de limitación de movimiento, y eso podría ocurrir aquí también, por lo que coinciden en que es “bueno que exista esta regulación para que cada uno sepa lo que tiene que hacer, tanto la empresa como los trabajadores”.
Una reivindicación histórica por parte de los sindicatos
Es cierto que esta regulación ya se venía solicitando históricamente por parte de los sindicatos porque, aunque ahora es cuando se ha visto la necesidad de regular el trabajo a distancia, ya había personas que teletrabajaban antes del confinamientos. “Esto era necesario y ahora es imprescindible. De todas formas, esto es una regulación que no entra en la casuística de cada caso. Pero es bueno que los trabajadores conozcan sus derechos y los empresarios sus obligaciones y que las cumplan”, insistió el secretario de organización de CCOO Ceuta, José Antonio Saiz.
Para la Patronal también era “uno de los temas pendientes” puesto que España no tenía ninguna regulación al respecto y “algunas empresas lo estaban implantando pero sin que estuviera regulado”.