Los residentes de la urbanización ‘La Colina’, situada en la carretera que lleva al CETI, están abandonados. Como alguno de ellos reconoce jocosamente, “estamos dejados de la mano de Juan Vivas”. Y lo que dicen, no carece de fundamento. Llevan más de uno año residiendo en este conglomerado de viviendas pero no disponen, por ejemplo, de servicios públicos tan básicos como la limpieza y recogida de basuras -competencia de Urbaser- o la distribución de las cartas. Alumbrado público sí que tienen, pero desde el pasado diciembre y después de muchas peticiones. Además lo disfrutan a medias, ya que sólo se alumbra la mitad. El abandono que afecta a esta urbanización no se corresponde con los impuestos que pagan. Los vecinos cumplen religiosamente con sus pagos, pero no se ven correspondidos con la atención pública obligada. Así llevan desde que comenzaron a residir en este lugar, situado en frente de la playa Benítez. Instan a la administración local a cumplir con sus obligaciones, ofreciendo unos servicios cobrados pero, de momento, inexistentes.