836 nacimientos en Ceuta en 2019. Los datos más bajos de todo el siglo. Ceuta es la región española donde cae más la variación interanual de nacimientos, hasta un 14%, el doble de lo que cae en Melilla. En 2018 se registró un número de nacimientos que bajó del millar en al menos una década: fueron 972 partos, un dato que no se registraba desde antes de 2005.
En cuanto a la tasa de fecundidad, la de Ceuta es 1,49, una de las más altas junto a Melilla (2,19) y Murcia (1,49). La parte buena es que el saldo vegetativo, es decir, la comparativa entre nacimientos y muertes, fue positivo en Ceuta, con 305 nacimientos más que defunciones. Solo Melilla, Baleares, Murcia y Madrid superan a nuestra ciudad.
En 2019, en España, solo nacieron 359.770 niños, un 3,5 % menos que un año antes, y el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo, murieron 57.146 personas más de las que nacieron, unas cifras que se sitúan en mínimos históricos y que no se daban desde 1941, primer año del que hay datos.
La media de hijos por mujer es de 1,23, frente a 1,26 de 2018, el valor más bajo desde 2001 y la edad media a la que se es madre es de 32,2 años, según la Estadística del Movimiento Natural de la Población relativa a 2019.
En 2019 nacieron 13.007 niños menos que en 2018, según los datos provisionales del INE, una tendencia a la baja de la última década que sólo se interrumpió en 2014.
Esta cifra supone una tasa de 7,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes, tres décimas menos que en 2018.
El INE revela que casi uno de cada cuatro nacimientos de 2019 correspondió a una madre extranjera.
Así, las mujeres extranjeras tuvieron al 22,3 % de los hijos nacidos en España en 2019, 80.131, frente al 20,8 % registrado en 2018. Gracias a la inmigración, el descenso de la natalidad no es aún más acusado.
Frente a la tasa de fecundidad entre españolas, de 1,17 hijos por mujer (tres centésimas menos que en el año anterior), la de las extranjeras es de 1,59 (baja seis centésimas).
Y cuando la edad media de la maternidad de las españolas subió a los 32,8 años (cuatro centésimas más), la de las extranjeras superó por primera vez los 30, situándose en 30,1.
En la última década, el número de nacimientos de madres mayores de 40 años ha crecido un 63,1 %: mientras que en 2008 el 4,2% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más, en 2019 ese porcentaje se elevó hasta el 9,7 %.
Las razones laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral, junto con las económicas, son las responsables de que las mujeres españolas tengan menos hijos de los deseados, según la Encuesta de Fecundidad del propio INE.
La evolución de la sociedad hacia una mayor igualdad, la falta de corresponsabilidad en el cuidado de los hijos y, por lo tanto, el freno que la maternidad supone para la carrera profesional de las mujeres son algunos de los argumentos que también esgrimen a la hora de renunciar a tener hijos.
La natalidad descendió en 2019 en todas las comunidades autónomas salvo La Rioja, donde creció un 3,3 %.