Los presos de las cárceles españolas, entre ellas la de Fuerte Mendizábal, recuperarán desde este jueves los permisos de salidas de las prisiones y las comunicaciones en locutorio, según recoge una orden firmada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, publicada este miércoles por el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Así, los internos clasificados en tercer grado o que tengan aplicado el régimen de flexibilidad y se hallen destinados en centros de inserción social, secciones abiertas o centros ordinarios, podrán seguir saliendo para la realización de las actividades. Eso sí, deberán respetar las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.
En este sentido, también vuelven los traslados de los internos que sean solicitados por las autoridades judiciales, los traslados por razones sanitarias y aquellos que por circunstancias de régimen o tratamiento se requieran, según sean las indicaciones sanitarias que, en cada caso y momento, se vayan adoptando.
Además, la orden establece que se recuperan las actividades educativas, formativas, terapéuticas, deportivas, culturales y religiosas en el interior de los centros penitenciarios, en función de la situación de estos y de las medidas que se puedan ir adoptando por las autoridades competentes en la materia.
En este contexto, el Ejecutivo ha justificado la recuperación de éstas actividades que fueron paralizadas tras la entrada en vigor del estado de alarma. "Se hace necesario acomodar el ámbito penitenciario a la nueva situación actual", reza la orden.
Con todo, el Gobierno ha avisado que estas actuaciones y actividades podrán revertirse si la situación epidemiológica así lo aconseja, de forma global o individualizada para uno o varios centros penitenciarios. Su aprobación llega dos meses después de que la pandemia del coronavirus obligase a aislar todas las cárceles españolas. La medida ha sido criticada por distintos sindicatos que no ven todavía que el país haya superado la pandemia y que esto podría provocar aglomeraciones en las cárceles. Un miedo que existe desde distintos sectores a que se produzca un rebrote.