Ceuta y Melilla (el dato estadístico se proporciona unido para ambas ciudades), presentan la mayor tasa de actividad entre la población con discapacidad, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística.
Eso sí, los datos pertenecen al año 2008, de ahí que los efectos de la crisis no se noten en los números.
Para lo que sí sirve es para comparar la situación laboral de este colectivo, que en Ceuta representa en torno a un 10% de sus habitantes, un porcentaje algo superior al del resto de España. Los principales datos se pueden resumir en que Ceuta y Melilla, juto con La Rioja, presentaban en 2008 la mayor tasa de actividad entre las personas con discapacidad. Se trata del dato que mide cuántas personas en edad de trabajar (desde 16 hasta 64 años) trabajan o buscan trabajo. Es decir, cuántos se incluyen en el mercado laboral
En el caso de las Ciudades Autónomas, presentaban una tasa de actividad del 43,4%, mientras que en el caso riojano era un 44,1%. En el lado opuesto se encontraban las Islas Canarias, con sólo un 20% de parados en edad de trabajar activos.
El dato del paro también es elocuente. En 2008, la tasa de paro entre la población no discapacitada era del 11%, mientras que en las personas que presentaban algún tipo de discapacidad era del 16%, lo que muestra la mayor dificultad para lograr su inserción laboral efectiva. Sin embargo, este dato no ha sido facilitado con su distribución entre Comunidades Autónomas, de modo que es imposible comparar entre regiones.
Otro dato interesante del estudio del Instituto Nacional de Estadística es el de las diferencias de tasa de actividad según el tipo de discapacidad. Las asociadas a deficiencias auditivas y visuales eran las que presentan mayores tasas de actividad (56,9% y 45,3%, respectivamente). Por su parte, las asociadas a deficiencias mentales e intelectuales presentaban las menores (19,9% y 26,9%, respectivamente). El dato más positivo, que un gran porcentaje de los asalariado con discapacidad, 3 de cada 4, tenían contrato indefinido.