Cientos de caravanas esperan en una explanada de Tánger-Med para poder marchar a la Península y regresar así a sus lugares de residencia. Después de que esta misma semana se ordenara su retirada de Bab Sebta, los autocaravanistas fueron encomendados a esperar en una explanada del puerto de Tánger, en donde se ha montado una especie de asentamiento durante el tiempo que deban permanecer en este punto.
Desde el pasado viernes 13 de marzo, Marruecos mantiene cerradas todas las posibles vías de conexión con otros países. Por eso al cierre de puertos y aeropuertos se sumó también el de la frontera del Tarajal.
No obstante durante varios días sí se permitió la salida de caravanas por el paso fronterizo, lo que molestó a las autoridades y a los propios ceutíes, debido a que se consideraba que podía provocar una expansión de la pandemia.
Ahora los europeos que han quedado en Marruecos permanecerán en Tánger-Med a la espera de que se les posibilite un traslado a sus países. Los contactos con las embajadas y consulados de sus países es constante pero no cabe posibilidad alguna de tránsito mientras las órdenes de confinamiento sean las establecidas.
Las caravanas están consideradas, a ojo judicial, como viviendas, por lo que las órdenes de aislamiento las pueden cumplir en su interior.
Por Ceuta salieron un total de 1.100 caravanas lo que provocó no solo el enojo de los ceutíes, sino también de sindicatos y asociaciones de fuerzas de seguridad, además de la propia Ciudad, cuyo presidente pidió en hasta dos ocasiones al Ministerio de Interior que impidiera ese tráfico por Ceuta por el riesgo que estaba ocasionando.
Con el cierre del paso fronterizo no se ha podido filtrar esas cientos de caravanas, dándoles como solución su marcha directa de Tánger a otro puerto español sin que Ceuta fuese una opción.