En la inmigración que afecta de forma cada vez más clara al puerto de Ceuta hay un sector que no acostumbra a ser protagonista salvo cuando las cosas se tuercen, casi siempre para mal. Ellos son los transportistas, los camioneros que ven cómo las bateas con mercancía son saboteadas o cómo no pueden desarrollar sus labores de carga y descarga ante la cantidad de personas que intentan cualquier despiste para colarse en su interior y así llegar al barco. Las zonas restringidas del puerto son objetivo para quienes encuentran en el embarque el trampolín idóneo para llegar a la Península. Mientras la Autoridad Portuaria invierte millones en obras, estas personas consiguen colarse aprovechando la escasa o prácticamente nula presencia policial y de la Guardia Civil. No hay personal suficiente y eso se nota.
La balanza se desequilibra. Por un lado están quienes tras superar la frontera buscan cualquier manera de llegar a la Península a costa de arriesgar su vida y, por otro, los transportistas que no saben qué hacer para poder laborar en condiciones, sin presión de ningún tipo. Se carece de vigilancia, como pudo comprobar esta misma semana FaroTV, se carece de medios suficientes y así se producen escenas como la llegada de grupos de magrebíes que consiguen cruzar unos puestos de control que incongruentemente carecen del mismo.
Los camioneros han pedido en multitud de ocasiones ayuda, una ayuda que se debe traducir en vigilancia suficiente para que, en su caso, puedan hacer su trabajo que no es otro que abastecer de la mercancía o recoger las cargas de los distintos barcos que llegan a puerto.
Las fuerzas de seguridad atraviesan uno de sus peores momentos. No hay personal suficiente y ni tan siquiera pueden poner vigilancia permanente en los momentos más delicados que son los coincidentes con las cargas de la mercancía y sus posteriores descargas.
Es una vergüenza lo que pasa en el puerto de Ceuta. Ver a un solo guardia civil o policía portuario a intentando impedir que entren cientos de inmigrantes es tercermundista. Es imposible si no aumentan personal que puedan hacer algo. Además, lo peor de todo es que ves como a veces son retornados a Marruecos y están de nuevo allí al día siguiente. No entiendo el porqué no se les exige el visado para entrar en España y luego nos quejamos cuando somos nosotros los que les dejamos campar a sus anchas. En fin, mi solidaridad con los camioneros, guardias, portuarios y el resto de trabajadores del puerto por soportar semejante presión.
Ya he visto las imágenes , y sin tan siquiera leer el artículo, pregunto ....¿si estos menas, (algunos de menas tienen lo me callo), sólo tienen como pretensión, pasar a la península......por qué no llevamos nosotros mismos a estas personas allí???
En Ceuta, "que es España", no quieren estar, la prueba es que una mayoría sólo piensa en delinquir y pillear, por lo tanto, lo lógico y racional seria colocarlos en cualquier otra parte del país (España como es Ceuta), y nos demuestren con su actitud y predisposición que quieren trabajar, aportar, contribuir e integrarse.
De otra forma ya sabré a ciencia cierta que lo que quieren (ellos y otros "muchos" de más altos rangos), es que nos lo traguemos con papas fritas, nos comamos el marrón (como siempre), y aquí tod@s, a vivir tan ricamente del cuento y de las costillas de otr@s, por cierto...
Así podré decir bien alto y sin que nadie pueda refutarme nada.....
¿Somos o no un país de Quijotes?