Una arquitectura que va a cuidar “todos los aspectos estéticos y que intenta ser una solución a ciertos vacíos urbanos que hay en la ciudad”. Con estas palabras, el arquitecto José González Gallegos, responsable del proyecto de las 75 viviendas de promoción oficial de Pozo Rayo, describe el futuro complejo urbanístico que albergará esta zona y que ya se ha entregado a la empresa municipal de la vivienda, Emvicesa.
El primer escollo con el que se ha encontrado este reconocido arquitecto a nivel internacional, se basaba en las limitaciones volumétricas por las orografía del terreno. “Hay que resolver la inserción en la montaña, aprovecharla a la vez que protegerla al cien por cien lo que tiene una dificultad añadida”, explica a ‘El Faro’. Una dificultad que también se vivió en una promoción cercana, la de monte Hacho y que ahora también tendrá que solventarse una vez comience la ejecución del proyecto.
Sobre los planos, Gallegos tiene claro las limitaciones de la obra en sí. Aunque reconoce que se va a trabajar son una plataforma “con vistas espectaculares y la posibilidad de que las viviendas disfruten de un paisaje excepcional”, sí es cierto que también se encuentra con unas limitaciones en lo tocante a la volumetría. “No pueden superar una determinada altura, ni una separación concreta respecto a los límites del solar que daría un envolvente como un paraguas. Por eso se hacen unas viviendas con unas galerías de distribución buscando que las casas miren hacia la bahía”.
La distribución planteada se aleja de un formato tradicional. Aunque Gallegos apunta a que no se trata de “bloques en sí”, se puede hablar de tres edificios distribuidos en forma de ‘L’. Tampoco se puede hablar de una altura determinada, ya que el número de pisos se reparte en varias alturas, desde las tres plantas el bloque más bajo, hasta las siete y ocho los más altos. “Se van escalonando para que no se quiten vistas unos a otros”.
La distribución en forma de ‘L’ tampoco responde a una simple respuesta estética. El complejo contempla la creación de varias plazas de uso común que “gracias a la forma elegida permite otorgarle una regularidad”. Estas plazas, tres en total, se agruparán en dos de los laterales de los edificios.
Gallegos plantea que, no por el hecho de tratarse de viviendas de protección oficial “tienen que contar con menor calidad” que otras de venta libre. “No se va a renunciar a hacer unas viviendas dignas. Pensamos que van a ser mejor que las privadas y a mitad de coste, con esa intención se nos ha propuesto que hagamos este proyecto”.
Se trata, en resumen, según añade el arquitecto, de “buscar un interés más allá de resolver unos metros cuadrados bien distribuidos”, en los que prime el “confort y una imagen de contemporaneidad. Que sus habitantes sientan que viven en un complejo con un valor añadido”.
González también acometará la reforma de la estación de Ferrocarril
Además del proyecto de viviendas de Pozo Rayo, el arquitecto José González Gallegos es también responsable de la rehabilitación de la antigua Estación de Ferrocarril, una actuación que persigue la puesta en valor de este emblemático edificio y su adecuación como dependencias de carácter cultural.
A mediados del mes de septiembre dieron comienzo las obras de remodelación de este Bien de Interés Cultura que se enmarca dentro de una refundación de las dos fases en que se dividía el proyecto.
El proyecto tiene un plazo de ejecución de ocho meses, lo que establece en el mes de abril la finalización de la reforma de la antigua estación.
Las obras comprenden la urbanización del terreno, instalación de luminarias, climatización y el enfoscado o reparación de la fachada.
Más de 650 viviendas
El Ejecutivo autónomo tiene en mente la ejecución de más de 650 viviendas, además de en Pozo Rayo, en el solar del antiguo cine África donde se prevén alojamientos para mayores, en una segunda fase del monte Hacho, las Caracolas y la operación urbanística derivada de la compra del Brull y que debe permitir el desarrollo de unas 40 viviendas.
Al margen de estas cifras, la Ciudad se encuentra ejecutando la rehabilitación integral de varias zonas, entre ellas la de la barriada Bermudo Soriano, donde ya se ha llevado a cabo la rehabilitación de 228 viviendas. Pero, además, se están realizando o se van a efectuar en un futuro la reforma de unas unas 3.000 viviendas de la ciudad, entre las 1.800 de varias barriadas (reparación de cubiertas y fachadas en O’Donnell, saneamiento interior de Juan XXIII y Príncipe Felipe, e instalación de nuevos contadores en Los Rosales, con un volumen de inversión de 5,5 millones de euros), así como las 1.200 viviendas de bloques concretos individuales del Plan Estatal.