El blindaje dispuesto por la Autoridad Portuaria en el puerto de Ceuta no es freno para quienes tienen como único objetivo cruzar al otro lado, llegar a la Península. Lo intentan de cualquier forma, aunque esa forma suponga un riesgo para sus vidas. Un vídeo difundido por el sindicato JUPOL, con representación en la Policía Nacional, muestra cómo se la juegan unos inmigrantes para cruzar las vallas portuarias rodeadas de concertinas. Esas alambradas no provocan la atención del Ministerio de Interior pero son igual de dañinas que las que hay colocadas en el perímetro que separa nuestra ciudad de Marruecos.
En la grabación se muestra cómo unos inmigrantes cruzan esas concertinas hasta poder acceder a la zona restringida del puerto, sorteando vallas de altura, incurriendo en un riesgo que ha llevado a que los heridos sean ya innumerables y se hayan producido también muertes. La vida en el puerto es complicada. Lo es para los adultos y menores que intentan cruzar a la Península y que luchan contra esa política de blindaje que se pone en marcha precisamente para frenar la caótica situación que ha anidado en el recinto portuario, que se ha convertido en otra frontera.
⚓️Con esta facilidad entran inmigrantes irregulares a las instalaciones del Puerto para acabar accediendo a uno de los Ferris que conectan con la península.⛴??#EquiparacionYa pic.twitter.com/a7zAGcy6Gc
— JUPOL (@JupolNacional) 18 de noviembre de 2019
Las obras continúan con la construcción de los muros y la colocación de planchas, mientras que los que han convertido este lugar en su espacio de vida buscan la manera de sortear los obstáculos. Hay vídeos como los difundidos por JUPOL en los que se aprecia esa forma arriesgada que marca unas situaciones tensas, inesperadas, que dependen en demasiadas ocasiones de la buena o mala suerte de sus protagonistas. Protagonistas como Mohamed, el joven que aún sigue ingresado en el Hospital Puerta del Mar, en Cádiz, después de haberse precipitado del techo de una instalación portuaria hace casi un mes. Y no son casos aislados, son la crónica del día a día.