El martes fue la Delegación del Gobierno quien guardó un minuto de silencio por la última víctima de la violencia de género, una mujer de 44 años degollada por su expareja en Denia y esta mañana ha sido la Ciudad quien ha mostrado su repulsa ante este deleznable acto que ha convertido a esta víctima en la número 50 de una lacra que cada año deja tras de sí una larga lista de mujeres masacradas a manos de sus parejas o exparejas.
“Este minuto de silencio debe servir para concienciar a toda la sociedad, y fundamentalmente a las mujeres, de que estamos con ellas y lo importante es que denuncien y que la Administración y la sociedad las apoye para que esto no vuelva a suceder más, porque es lamentable que siga ocurriendo y que no podamos parar esta situación”, ha señalado la consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, al término del minuto de silencio que se ha mantenido ante las puertas del Palacio Autonómico.
Una denuncia que en el caso de la última víctima de violencia de género no fue suficiente para salvarle la vida, ya que la mujer sí había interpuesto una demanda contra su expareja y tenía una orden de alejamiento respecto a él. Pese a ello, Chandiramani insiste en la necesidad de “poner los medios para que esto no vuelva a suceder y seguir educando a la sociedad. Con este gesto del minuto de silencio intentamos concienciar y poner en la sociedad esa alerta de que las mujeres no pueden pagar con su vida este drama que tenemos en la actualidad”.
Un minuto de silencio que, ha apuntado la consejera, “sirve para aportar un pequeño grano de arena y decir que vamos a estar ahí, porque este es un grave problema de la sociedad”.
Éstos políticos han equivocado el verbo, lo que hay que educar. Invertir en educación, pero eso no quieren hacerlo los políticos porque son proyectos a largo plazo, a ellos les interesa el ladrilllo, porque las obras cumplen su objetivo partidista en poco tiempo.
Desgraciadamente denunciar no es sinónimo de salvar la vida