La autopsia realizada al inmigrante cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado en la playa de la Potabilizadora concluye que éste murió por asfixia por inmersión, sin presentar signo alguno de violencia. Es tal el grado de descomposición del cuerpo recuperado por los GEAS, que resulta complicado confirmar si se trata de un inmigrante subsahariano o magrebí, y será a través del ADN como la Benemérita pueda concluirlo.
Sí cree el Instituto Armado que se trata del cuerpo de un inmigrante al tener una botella de plástico atada con una cuerda a su muñeca y haberse topado con rescates de inmigrantes que entran así en Ceuta empleando los recipientes a modo de flotador. El caso está ya judicializado.