El Tribunal de Apelación de Rabat está juzgando actualmente al acusado principal en la organización de un viaje en patera para emigrantes marroquíes, que naufragó a finales de noviembre pasado en las costas de Cádiz (sur de España), lo que causó la muerte de al menos 18 personas. Los cuerpos de algunos de los fallecidos fueron repatriados a Marruecos a través de Ceuta.
Este incidente tuvo gran repercusión en Marruecos debido a que entre las víctimas se encontraba un joven deportista (Ayub Mabruk, 21 años), tres veces campeón de kick-boxing en su país que se había subido en patera con el sueño de triunfar como boxeador en España.
El diario Al Sabah relata este lunes que el acusado por el naufragio, un marroquí de la ciudad de Salé (vecina de Rabat), fue arrestado en los últimos días en la zona de Moulay Bouselham, 100 kilómetros al norte de la capital, después de pasar varios meses en fuga.
El rotativo añadió que la mayoría de los socios de esta persona, acusado de ser el cabecilla de una red de emigración ilegal y cuyo nombre no fue revelado, han sido detenidos y están siendo juzgados ante la misma corte por acusaciones la trata humana.
El naufragio de la patera, que había salido de las playas de Kenitra (unos 40 kilómetros al norte de Rabat), tuvo lugar en las cercanías de la playa de Caños de Meca, en Cádiz, y se cree que la embarcación naufragó al chocar con unas rocas a 150 metros de la orilla y cayeron al agua sus 45 ocupantes, de los que solo 22 consiguieron salvarse.
Desde hace un año, las salidas de las pateras ya no se limitan a las costas del Estrecho o del Mediterráneo, sino que se desplazan cada vez más al sur, a las costas atlánticas cercanas a Rabat, distantes 250 kilómetros al sur de la costa española.