Los métodos de los inmigrantes para alcanzar costas españolas son cuanto menos curiosos y, en ocasiones, tan atrevidas que suelen poner en riesgo su vida con tal de hacer realidad su sueño de llegar a tierra española. El último de los casos de inmigración ilegal se producía sobre las 13.00 horas de ayer cuando una embarcación de Salvamento Marítimo de Cruz Roja avistó en la playa del Chorrillo a un inmigrante que intentaba alcanzar la costa a nado. Exhausto por el esfuerzo, más que nadar se limitaba a flotar con un sistema casero, dos botellas con una capacidad de litro y medio que hacían las veces de flotador, el inmigrante fue rescatado por los voluntarios de la entidad humanitaria.
Tras ser examinado por los servicios médicos se comprobó que el joven sufría un cuadro de hipotermia por las horas que, al parecer, podría haber permanecido en el agua.
Pese a su estado, el inmigrante no tuvo que ser trasladado al hospital. Tras su recuperación fue entregado a la Policía Nacional que lo trasladó al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI.