La continua aparición de vertederos ilegales por distintas zonas de nuestra ciudad ha llevado a la Consejería de Medio Ambiente a replantearse su postura ante este tipo de delitos medioambientales. Pese a que la responsable del área, Yolanda Bel, insistía en que “más medidas no se pueden adoptar”, básicamente porque las que se llevan a cabo son las que ha venido aplicando la Consejería de tiempo atrás: “limpiar y sancionar”, y son las que “vamos a seguir haciendo”, es en el capítulo sancionador donde las cosas se van a recrudecer para aquellos que incumplan la normativa en materia de medio ambiente.
Y es que en los casos de vertidos, la Ciudad no aplicará ya la ordenanza de limpieza, sino la ley de residuos, lo que tendrá consecuencias muy graves para los infractores, tal y como se deduce de las palabras de l a consejera. “Más de una empresa va a tener que cerrar en Ceuta si se descubre que está vertiendo, porque las sanciones de la ley de residuos y de vertidos son muy considerables”.
Atrás quedarán ahora los 901 euros de sanción por vertidos, ahora Bel habla de elevadas multas, “de cantidades desorbitadas”, que pueden llevar al cierre de una empresa, “se llegaría a que una empresa, bien sea pequeña, mediana o grande, cierre si se le abre un expediente sancionador, ya sea de carácter leve, aunque generalmente son más graves”, apunta.
Los casi 1.000 euros que antes suponía un vertido de este tipo dejarían paso a fuertes sanciones ante las que la Consejería, dice Bel, “no le temblaría la mano porque lo que no es normal es este choque constante de limpieza en el mismo sitio todos los días”. Es la argumentación de la responsable del área ante los continuos vertederos que van surgiendo en determinados puntos de la ciudad, entre ellos el puente del Quemadero, donde un 99% de los residuos recogidos allí responden a residuos de inertes. “El resto no tiene por qué sufrir las conductos incívicas de empresas y particulares que echan sus residuos cerca de viviendas, vaguadas y en lugares no autorizados”, sentencia.
El constante esfuerzo de Medio Ambiente por sanear estas zonas llega a toparse nuevamente con un muro más alto, el de empresas y particulares que vuelven a reincidir en estas infracciones, amparándose en horas intempestivas para deshacerse de los residuos. “Aunque hay vertederos que se han cerrado y ya no se utilizan, siguen existiendo otras zonas que son aprovechadas durante la noche y la madrugada para llevar los residuos”.