La presidente en funciones, Yolanda Bel, se ha comprometido a estudiar las posibilidades económicas de aprovechar la zanja que se va a realizar para soterrar el tendido eléctrico de la barriada de San Antonio, que tantos problemas acarreaba y que era protagonista de numerosas quejas por parte de los vecinos. El mejor aprovechamiento sería para los vecinos la canalización del alcantarillado, del que se carece ya que son los propios vecinos los que deben limpiar una fosa aséptica en la que se recogen las aguas fecales de las viviendas.
“Tras las valoraciones técnicas se verá si se puede aprovechar la coyuntura y continuar esa obra”, apuntó la portavoz del Gobierno ante la petición del vecindario de aprovechar esa zanja. Actualmente ya se está ejecutando el proyecto de soterramiento del alumbrado público, que hasta ahora era aéreo y producía muchos problemas los días de viento. La obra cuenta con una inversión total de 367.052 euros, la empresa Alumbrado Público aportará 239.168 euros y el Ministerio y la Ciudad pondrán un total de 63.942 euros. Una pequeña partida del presupuesto irá destinada a a la instalación de condensadores en varias zonas que compensan la energía reactiva, que puede producir sobrecoste en las tarifas.