Los seis detenidos que formaban parte de una importante plataforma de proyección de narcolanchas establecida junto a las islas Chafarinas, que se dedicaba a traficar grandes cantidades de hachís desde Marruecos a España, han ingresado en prisión preventiva.
Fuentes de la Guardia Civil han informado de que los seis detenidos, varones de nacionalidad marroquí, han pasado ya a disposición judicial en un juzgado de Melilla, junto con los efectos intervenidos, que fueron trasladados por un buque del Servicio Marítimo de la Guardia Civil al puerto de la ciudad autónoma.
Este es el resultado de la fase de explotación de la Operación 'Karsana', en la que fue desmantelada esta red, que gestionaba una "guardería marítima" utilizada para transportar la droga y proporcionar apoyo logístico en alta mar a bandas criminales del sur de la península.
En el operativo participaron más de 150 agentes de unidades aéreas, marítimas y terrestres y, además de las seis detenciones, se saldó con la intervención de tres narcolanchas, dos de ellas "planeadoras cuatrimotor" de 14 metros de eslora, y otra de "dos motores de gran potencia". Además, otra planeadora, quedó inutilizada e inservible al chocar contra las rocas, en un intento de fuga.
Cada una de estas planadoras y la tecnología que lleva puede rondar su valor del orden de unos 200.000 euros, según el instituto armado.
La Guardia Civil también intervino 17 teléfonos móviles y 116 garrafas de combustible con gasolina, con 25 litros cada una de ellas, además de unos siete kilogramos de hachís.
La organización se aprovechaba de la cercanía de las islas Chafarinas, situadas a unas veintisiete millas náuticas de Melilla, como base de operaciones desde el mar y resguardo natural del viento.
La mayoría de las embarcaciones empleadas estaban dotadas de radares y tecnología de última generación para realizar los encuentros y transbordos de la droga en alta mar y cada una de ellas podía transportar más de tres mil kilogramos de hachís.
Las que tuvieran como cometido transportar droga o combustible, antes de iniciar la singladura, se acercaban a barcos pesqueros que les suministraban la mercancía y, una vez cargadas, se dirigían a determinados puntos de transbordos situados en el mar de Alborán.
Las embarcaciones incautadas son neumáticas-semirrígidas de diferentes esloras (de entre 12 y 14 metros) y número de motores (dos, tres y cuatro aparatos), lo que les proporcionaba gran versatilidad en sus operativas de narcotráfico.