Mientras Abdelmalik sigue en estado crítico, en el Puerta del Mar de Cádiz, su hermano, Mohamed Sel Lam, el Vasco, va dibujando la nueva escena criminal que se tuvo que reproducir en el Príncipe la tarde del pasado domingo. Es su hermano quien tiene todos los datos, pero inconsciente, con asistencia mecánica y en estado grave, nada ha podido manifestar sobre la cronología que ha definido este nuevo atentado contra la familia del Vasco.
“Sólo estamos pensando en que se salve, está crítico porque cuando llegó al hospital de Ceuta sólo tenía una cuarta parte de su sangre”, lamenta el Vasco en conversaciones con ‘El Faro’. Según los escasos datos que maneja, quien tiroteó a su hermano pequeño lo hizo haciendo uso de un silenciador, tras llegar en un ciclomotor a las puertas de la tienda de ultramarinos que regenta. “Por eso nadie se enteró y mi hermano se pegó un buen rato tendido en el suelo, ensangrentado, sin que nadie acudiera a ayudarle”, espeta. Mientras Abdelmalik se desangraba en el suelo, algunos jóvenes que pululan por el barrio entraban a la tienda para saquearla. “Se llevaban cosas que tiene mi hermano, productos, dinero... y él, mientras, tirado en el suelo, medio muerto”.
La familia no supo nada del tiroteo hasta que recibieron un aviso de que a Abdelmalik se lo habían llevado al hospital. “Alguien lo vio y se lo llevó corriendo, siempre hay un ángel que te puede ayudar”, confiesa. Según Vasco, la bala contra su hermano hizo un “recorrido de muerte”, afectando a la femoral provocando una “hemorragia” importante. “Ahora mi hermano tiene el cuerpo paralizado, no sé el tiempo que estuvo tirado en el suelo, inconsciente, sin que nadie le ayudara”, lamenta.
La familia espera la recuperación del pequeño de la saga y aunque los médicos apuntan a una leve mejoría todavía su estado es crítico. Según el Vasco su hermano ha sido víctima de la venganza que tienen jurada contra él por denunciar “en voz alta” lo que otros callan. Seguirá en la misma línea de denuncias.
“Prefiero morir a vivir humillado”
El Vasco asegura que la ristra de atentados padecidos no frenarán su cadena de denuncias contra “la mafia” que es responsable del “80% de los delitos” que suceden en el Príncipe. Asegura que prefiere morir de esta manera, denunciando, antes que “vivir humillado”, sometido a lo que ordenan quienes, dice, han tomado el Príncipe. “Les interesa que el barrio esté así. A nosotros nos quieren echar por denunciar en voz alta lo que otros callan”, indica, e insta a la Policía a actuar e investigar a esta mafia.