La mayoría de los supuestos cómplices en el asesinato terrorista de dos turistas escandinavas, que fueron decapitadas en una zona montañosa en Marruecos, se desmarcaron este jueves del caso y negaron cualquier relación con este crimen.
Trece acusados (de un total de 24) comparecieron este juevs en una nueva sesión ante el juez del Tribunal de Apelación de Salé, jurisdicción encargada de casos de terrorismo cerca de la capital, Rabat, en una sesión que duró casi cinco horas antes de que el juez decidiera retomar el caso el próximo jueves 20 de junio.
En la vista de esta jornada, la mayoría de los encausados se retractaron ante el juez de las confesiones que habían realizado anteriormente ante la policía y el juez de instrucción.
Así, la mayoría negaron que estaban al corriente o que participaron de alguna manera en la decapitación de la danesa Louisa Vesterager Jespersen, de 24 años, y la noruega Maren Ueland, de 28, dentro de una tienda de campaña el pasado 17 de diciembre, cuando ellas hacían montañismo en una zona del Alto Atlas en las cercanías de Marrakech.
Del mismo modo, negaron que formaban parte de una célula yihadista o que tenían planes de atentar contra otros turistas, los puestos de control de la policía y una iglesia en Marrakech, o contra un festival de música en la ciudad vecina de Essauira.
Pocos admitieron los hechos, entre ellos un exmilitar que confesó ante el juez estar de acuerdo con atentar contra los cristianos, pero que dijo que prefería "atacar a hombres, pero no a mujeres" ante las miradas de asombro de los asistentes.
Son un total de 24 los acusados, que se enfrentan a cargos como formación de banda criminal, asesinato con premeditación, preparación de actos terroristas, uso de armas, intento colectivo de incorporarse a un organismo yihadista, apología del terrorismo o no denunciar un crimen.
Tres de ellos son los autores directos de la decapitación de las dos montañeras, que en la anterior sesión admitieron todos los hechos, reconocieron su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico y confesaron que con su crimen "querían vengarse de los cristianos".
Entre los acusados se encuentra el hispanosuizo Kevin Zoller Güervos, un joven de 25 años al que las autoridades acusan de adiestrar a varios de los implicados en el manejo de armas y de querer incorporarse a la yihad en otro país extranjero.
El ridículo personificado...¡23 sospechosos de asesinar a 2 personas!.
Pena de muerte o que se pudran en la cárcel los 24 cómplices en el asesinato de las dos turistas escandenavas, así de rotundo y no hay que hablar y darle más vueltas.