Agentes de la Guardia Civil han interceptado en las últimas 24 horas a cuatro marroquíes que habían elegido una forma alternativa para escapar de Ceuta: subidos a un kayak que debía llevarles como destino a la Península. Ninguno lo consiguió, siendo devueltos a la ciudad para su entrega a la Policía Nacional, encargada de su expulsión a Marruecos.
El primero de los casos fue más mediático, porque se produjo a plena luz del día llegando a alterar el desarrollo de la prueba de triatlón que se estaba desarrollando en la mañana de este domingo. Los dos protagonistas de esta historia fueron localizados a 7 millas de Ceuta y trasladados a base.
Ya de madrugada, en torno a la 1.30 horas, la Guardia Civil volvía a ser activada por otro caso similar: el de una pareja de inmigrantes marroquíes que había partido de nuestras costas con la idea de cruzar hasta Algeciras. A una milla de Calamocarro fueron localizados por los agentes del Servicio Marítimo, siendo devueltos a base. Su futuro es el mismo que el de los otros compatriotas: su entrega directa a Marruecos.
Llega el verano y quienes intentan abandonar de cualquier manera nuestra ciudad buscan las alternativas más económicas y entre ellas la adquisición de un kayak es una de las opciones para quienes arriesgan sus vidas con travesías que en ocasiones han terminado con acciones trágicas.
En las dos historias encadenadas prácticamente en el tiempo los inmigrantes son marroquíes y habían partido desde las costas de Ceuta, eligiendo momentos de la jornada distintos para intentarlo. El riesgo que pusieron en esas travesías de nada sirvió ya que su destino inmediato no ha sido otro que el de la devolución a su país de origen, aquel que abandonaron con la pretensión de llegar a Europa. Jóvenes sin identidad conocida que arriesgan todo, hasta su propia vida, por un destino complicado de alcanzar.