Matrículas, piezas de vehículos, ruedas, motores... Todo un vertedero conformado por amasijos de hierros crece en las inmediaciones del Príncipe. Es el producto de ese negocio paralelo que empieza a gestarse desde el momento en que se roba un coche o se abandona. Su futuro inmediato pasa por el despiece, por la retirada de lo que se considera de valor para, después, quedar en ese limbo en el que nadie se hace responsable de nada, en el que todo vale, en el que se da cabida no solo a lo que supone todo un atentado medioambiental sino, también, a la inseguridad.
El ir y venir de chatarreros en busca de aquello a lo que se le pueda sacar partido es continuado. El trasiego de esas piezas en furgonetas o a pie hacia Marruecos constituye todo un espectáculo digno de ver y que se repite a diario en esa frágil línea que separa Ceuta del vecino país.
La reacción de la administración supone un mero parcheo porque no se erradica el problema de raíz. Un problema vinculado directamente al abandono de los vehículos y que sufre de manera sangrante Ceuta. Hasta hace unos meses los coches se apilaban justo a pie de carretera. La sucesión de varios incendios llevó a una limpieza exhaustiva de la zona. Ahora esos mismos restos de vehículos se dejan a solo unos metros, arrojados en el monte.
Asociaciones ecologistas como Septem Nostra han alertado desde hace muchos años sobre estos puntos negros, advirtiendo de las consecuencias medioambientales derivadas de vertidos y de la propia degradación del hierro. A esto se añade el riesgo derivado de las quemas provocadas e intencionadas para forzar a la administración a la retirada de los restos. Sucede en este punto, cerca de Casas Nuevas, pero también en otros que serpentean todo el perímetro de la barriada: la zona de Arcos Quebrados, las inmediaciones de la ITV. Bomberos marca en rojo todas esas salidas por la complicación que se deriva de cada incendio. Los vecinos denuncian esta situación, saben del riesgo que supone la presencia de estos vertederos de chatarra. Incongruentemente sigue siendo una de esas noticias que se repite de manera cíclica sin que parezca que sirvan soluciones.
Los culpables de esta situación son la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento, si en la frontera del tarajal prohibirán la salida de toda la chatarra y desguace de coches se reduciría bastante y la policía conoce perfectamente los que se dedican a robar y desguace
Pregunto ¿ a cuantas de estas personas que tiran basuras se han denunciados ?