El día a día en la Oficina de Extranjería es complejo. Con el mismo personal resulta complicado, demasiado, hacer frente a la cantidad de peticiones de citas que se están recibiendo para dar de alta a las ‘muchachas’ que van a ser regularizadas. Esto da pie a imágenes de colapso que no pueden ser soportadas en un área que tiene el mismo personal pero el doble o triple de trabajo.
Las cuentas no salen. Las colas, las esperas, las llamadas telefónicas imposibles de ser atendidas, una página web que no soporta el flujo y termina también bloqueada... Así se cuentan las jornadas en un área en la que la Delegación quiere incrementar el número de funcionarios pero que de momento funciona con lo que tiene.
El repunte en las demandas no cuadra con la carestía de personal que hay
Las restricciones en la frontera están llevando a que muchas trabajadoras no pueden entrar en Ceuta si no tienen documentación en regla.
Esta situación ha llevado a un incremento de peticiones de formalización de contratos como nunca hasta ahora se había visto. Lo malo es que ese repunte no ha ido de la mano de una previsión para evitar la situación caótica actual.