Lo que está pasando en el CETI de Ceuta es lo que menos se desea. Dos colectivos enfrentados que deben convivir en un mismo espacio sin saber por cuánto tiempo. Sin embargo, es algo que no es de extrañar, ya que muchos de estos conflictos derivan de la propia saturación que está viviendo el centro en la actualidad.
Ayer conocíamos la respuesta que el Ejecutivo del Estado le ha dado a un senador de Compromis, en el que reconoce la saturación del CETI de Ceuta en más del 200%. ¿Y ahora qué?
O sea, reconocerlo es un paso, pero hay que actuar. Sobre todo cuando se ven situaciones como las vividas este fin de semana en este centro. Y es que la presunción de que un inmigrante hallado muerto en la playa de San Amaro pueda ser residente del CETI ha abierto la caja de los truenos que nadie quería que se abriese.
Lo de este fin de semana es un conflicto que estaba latente y que enfrenta de manera clara a dos colectivos: magrebíes y subsaharianos.
Por lo tanto, a la difícil situación de albergar a más de 800 inmigrantes en un centro que sólo tiene capacidad para 512 hay que sumarle un enfrentamiento activo y real entre prácticamente la mayoría de los residentes de este centro, que pese a ser de estancia temporal, depende mucho de la situación de los demás centros de internamiento para inmigrantes de la península para poder dar salida a todos estos inmigrantes de Ceuta.
A esto hay que buscarle solución y hay que hacerlo ya.
Si y la única solución es la devolución, esta gente no tiene porque convivir bajo un mismo techo lo que tienen es que regresar cada cual a su país.
Es muy gracioso echarnos encima la culpa, si no hay espacio no tenemos porque buscarselo, ni en ceuta ni en la península, YA ESTÁ BIEN ,