El cierre de la aduana en Melilla, el encargo del Gobierno marroquí de realizar un informe para conocer el impacto del comercio atípico en el norte de Marruecos o la negación de las entidades bancarias a aceptar billetes de importe elevado es el argumento de partida de Caballas para considerar que existe “un plan para acabar definitivamente con el comercio atípico”, ha explicado Juan Luis Aróstegui.
De ser cierta la conjetura a la que aluden, desde el partido de la oposición insisten en que esta decisión “debe hacerse pública e ir acompañada de un plan alternativo” que minimice la desaparición de entre el 15% y el 20% que este comercio representa en el conjunto de la economía ceutí.
Estas “sospechas” anunciadas por los representantes de Caballas coinciden con la respuesta a la interpelación que el partido local elevó el Gobierno a través de Compromís en torno a la decisión de las entidades bancarias de no aceptar billetes de cuantía superior a 100 euros a los empresarios locales. Lejos de oponerse a esta decisión, la respuesta gubernamental apoya su postura basándose en las “medidas de debida diligencia dirigidas al adecuado conocimiento de su cliente y de su actividad económica y profesional”.
Una respuesta que para nada ha sido del agrado de Caballas que se mostraban “estupefactos e indignados” por la “falta de apoyo del Gobierno de España a los comerciantes, empresarios y a Ceuta”, ha indicado el portavoz del partido, Mohamed Ali.
Una postura gubernamental que sirve de base para iniciar “acciones judiciales frente a las entidades financieras que no quieran aceptar esa moneda de curso legal” y que Caballas, ha dicho, “está dispuesta a apoyar”.
Viva marruecos ??❤?
Es increíble el tema de los bancos, esto es para pegarse un tiro, comerciantes con cuentas bloqueadas, claro que hay un plan de destruir el comercio ceutí y lo más lamentable es la colaboración de Juan vivas y el p.p. de Madrid, también el silencio sospechoso del pose, esto y es Marruecos, lo más lamentable es que Rabat dirige una invasión silenciosa con el visto bueno de nuestros gobernantes, igualito que en el sabrá, sálvese quien pueda