Todos deberíamos hacer una reflexión conjunta sobre el estado en el que se encuentran nuestros montes y playas. Aquí no cabe la crítica en exclusiva a la gestión política de los recursos. Una buena parte de culpa del estado de absoluta suciedad en que se encuentran esos rincones naturales recae sobre nuestras espaldas. El vídeo emitido por FAROTV con la ayuda y guía del incansable José Manuel Pérez Rivera es una sacudida a nuestras conciencias. La acumulación de basura en nuestras playas, de residuos en zonas de difícil acceso a donde se llega precisamente para buscar su ocultación como si fuéramos niños chicos escondiendo la travesura a mamá... dibuja un panorama demasiado feo sobre el que estamos obligados a preocuparnos, sencillamente porque asusta.
La playa de la Potabilizadora, que apareció como una de las más consideradas en el diario El País, asoma como un pequeño vertedero de latas, botellas de plástico y restos de comida. Se descubren a cada paso por las rocas, en la propia arena o en el mar, hasta el punto de convertir este rincón en una especie de basurero colectivo. Sí, es cierto que siempre se puede pedir una inversión pública mayor de los recursos de limpieza, reclamar que haya más control sobre cómo se llevan a cabo estas labores, pero de igual manera cabe ejercitar esa común reflexión sobre los comportamientos que se están convirtiendo en normales y que son consentidos por todos.
Vemos cómo las escasas papeleras que hay están repletas de basura y se sigue depositando restos a su alrededor. Miramos hacia otro lado cuando quienes toman el sol a nuestro lado dejan la basura allí. Obviamos que todos esos factores juntos ayudan a que tengamos la grave situación que padecemos, siendo cómplices de actitudes que parece nos da miedo a denunciar. La desatención hacia nuestro medio ambiente es un punto negro, un problema grave en una ciudad que teniendo tantos recursos naturales, tanta riqueza por explotar termina quedando marcada por una hilera de despropósitos que a todos debiera dolernos por igual.
¿Paraísos o vertederos?, se preguntaban Victoria y Cristian en su reportaje. Es la pregunta que todos deberíamos hacernos. ¿Qué queremos?, ¿ir perdiendo lo común que podemos disfrutar o cuidar lo que hay por nuestro bien y por el de las próximas generaciones a las que estamos obligados a rendir cuentas? Ver el actual panorama no solo duele sino que tiene que servir para remover conciencias. Las de todos.
El problema es que te recriminan si llamas la atención a algún incivico y la policia local se rie de ti si los avisas.
Somos mi pocos frente a una gran minoria. Muchos niños se te suben a la chepa si les indica que recogan algo que han tirado al suelo, y si no te viene la madre o el padre insultándote. Verídico.
Queria decir que somos muy pocos ante un gran mayoria de incivicos.