Uno o incluso dos años es el periodo que habrá que esperar para comenzar a actuar en el terreno de García Aldave calcinado por el incendio del pasado mes de julio. Es el tiempo que debe transcurrir, según apuntan técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, para que se lleve a cabo la necesaria regeneración del terreno que permita su posterior repoblación.
Así, tras la terrible devastación que acabó con 73 hectáreas de gran valor ecológico, únicamente queda esperar antes de acometer una actuación que, por otra parte, deberá poner de acuerdo a los distintos propietarios. Y es que solo el 15% es de titularidad pública, el 5% pertenece a Defensa, mientras que el porcentaje más elevado, un 80%, es propiedad privada.
Distintas actuaciones
En cualquier caso, la futura actuación dependerá del estado del terreno y de cómo haya afectado el fuego en cada zona. De este modo, en alguna de las parcelas no será necesaria la intervención del hombre para que el monte se regenere por sí mismo, mientras que en otros habrá que eliminar los fustes de los árboles.
Tras el periodo estipulado como necesario para la recuperación del terreno, se producirá el rebrote de algunas especies, aunque según los expertos los pinos no volverán a crecer en la zona e incluso se producirá la desaparición de aquellos que, ubicados en el perímetro del incendio, hayan recibido el calor. “Están tocados de muerte y lo más seguro es que en unos meses se sequen y desaparezcan”.
Esta especie arbórea se encuentra casi extinguida en nuestra ciudad después del último gran incendio forestal que asoló la zona de Calamocarro en 2014 y en la que se concentraba un importante número de ejemplares.