La conservacionista Andrea Guirado hace un llamamiento a la ciudadanía para respetar los nidos de gaviotas durante la etapa de cría que comienza ahora
La llegada de la primavera trae consigo una de las etapas más complicadas en la vida de las aves en nuestra ciudad: comienza la época de cría de las distintas especies que surcan nuestros cielos, pero es una, la gaviota patiamarilla, la que se enfrenta al rechazo de la ciudadanía.
“Es una especie que se ha hecho urbana debido a las facilidades que tienen en la ciudad, ya sea por alimento o lugares para anidar. Desgraciadamente no son unas aves especialmente halagadas por la mayor parte de la sociedad, ya que la gente piensa que son molestas, ruidosas o sucias”, apunta Andrea Guirado, miembro de la asociación SEO-Ceuta.
En estos días comienza la etapa de búsqueda de pareja, un compañero que, según relata Guirado, en algunas ocasiones es para toda la vida. “Con esa pareja que han escogido y han conseguido con tanto esfuerzo tendrán una preciosa descendencia, pero no siempre todo sale como se espera”, lamenta.
En estos días comienza la etapa de búsqueda de pareja, un compañero que, según relata Guirado, en algunas ocasiones es para toda la vida
Y es que, frente a las personas que las consideran “aves realmente bellas, con un plumaje blanco como la nieve en la etapa adulta y esas patas amarillas que nunca pasan desapercibidas”, las gaviotas soportan la destrucción de los nidos y huevos que depositan en distintas zonas de la ciudad. “Muchas personas llaman para que los retiren y maten a sus polluelos, pero sólo necesitan dos meses antes de abandonar el nido”.
Los polluelos sólo tardan dos meses en echar a volar y abandonar el nido
Guirado hace un llamamiento a la ciudadanía para respetar, durante ese periodo de cría, a estas aves. “Sólo son dos meses, en los que incluso el que tenga un nido cerca de casa podrá disfrutar del desarrollo de los pequeños, reirse con sus torpes aleteos cuando hagan sus primeros vuelos y, finalmente, sentir la libertad cuando se alcen definitivamente hacia el cielo”.
La conservacionista incide en que no deben ser consideradas como “una amenaza”, sino todo lo contrario, “son una preciosa familia que tiene una gran capacidad para adaptarse a todo y no darse por vencida nunca”. Numerosos pollos apenas tienen la oportunidad de empezar a vivir, ya que son masacrados en sus propios nidos, algunos incluso antes de nacer.
“Hay que entender que los adultos también tienen derecho a sentirse padres y madres y a criar a sus polluelos hasta que abandonen el nido. Y ellos tienen derecho a la vida que a veces se les niega”, comenta Guirado. Y es que estas aves son más que la imagen que muchos intentan asignarle. “Defienden con mucho amor a sus polluelos. Son muy cariñosas al acicalar a sus parejas. Al fin y al cabo son como cada uno de nosotros: siente, sufren y viven”.
Existen estudios contrastados del aumento de la población de gaviotas (lardea) en nuestra Ciudad?. Lo que parece ser muy cierto es que al no tener un depredador natural su incremento puede llegar a ser exponencial y ser considerada como especie invasora. Por tanto si la población de gaviotas alcanza o alcanzó ya una cifra que pudiera ser considerada alarmante y peligrosa para otras especies de aves (Palomos, Gorriones, Vencejos, etc.) que también crian en cornisas, azoteas, tejados, etc.). Se debería ir considerando la necesidad de controlar la especie.
No existen estudios que demuestren el aumento de la población de gaviotas, es más, la estimaciones son que no ha aumentado, pero para poder hacer un censo efectivo se necesitan muchas horas de trabajo debido a que habría que recorrer los edificios de toda la ciudad. Eso requiere un tratamiento profesional, o sea, remunerado. No es una especie invasora, es autóctona, propia de las costas mediterráneas. Un aumento grande podría afectar a la población de vencejos y gorriones, pero también influyen en ello las poblaciones de gatos y se les está alimentando. En cuanto a las palomas las gaviotas se limitan a controlar la población, algo normal en la naturaleza, también hay muchas palomas en Ceuta y está bien que tengan depredadores naturales. Como ya se ha dicho repetidamente, la presencia de las gaviotas en la ciudad está directamente relacionada con la facilidad de encontrar alimento... ¡Y eso depende fundamentalmente de la educación de los humanos!