La semana pasada visitó nuestra ciudad el director del INGESA. El ocupadísimo señor director no tuvo tiempo para reunirse con los representantes de los trabajadores aunque, curiosamente, sí pudo sacar un hueco para atender a los medios de comunicación por los que hemos sabido su opinión sobre diferentes temas.
Resumiendo un poco, considera nuestro director que el servicio de hemodiálisis hospitalaria está totalmente asegurado, que la población de referencia es la de su número de tarjetas sanitarias (olvidando la población marroquí), que crean 5 nuevas plazas y termina la entrevista afirmando que la atención primaria funciona muy bien. Cualquier persona que lea la entrevista sin conocer la realidad tendría una imagen completamente distorsionada de la sanidad de Ceuta. En CCOO lo que percibimos es que la sensación que ha dejado esta visita entre los trabajadores oscila entre la frustración, la impotencia y la estafa. Por un lado tenemos la unidad de salud mental, el informe del inspector de trabajo dejó claro que son necesarias dos personas con formación y aptitud adecuadas las 24 horas. A esta necesidad el INGESA responde con un enfermero. Si pretende dar una atención digna al personal afectado por patología psiquiátrica de nuestra ciudad lo mínimo es que dote del personal suficiente la unidad. Máxime teniendo en cuenta la ausencia de recursos con la que nos encontramos en Ceuta. No contamos con hospitales de día, ni centros de media o larga estancia. Por otro lado acaban de poner en marcha la atención psiquiátrica infantil sin tampoco dotar de estabilidad la plaza. Por otra parte, tenemos el tema del “tele-ictus”, sonaría innovador y futurista sino tuviese toda la pinta de una “jugada” que nos han hecho a sanitarios y ceutíes en general. El Ictus es una de las enfermedades neurológicas más prevalentes, siendo el principal motivo de hospitalización neurológica y una de las que más gasto sanitario consume, tanto durante la fase aguda como posteriormente, ya que es la principal causa de discapacidad en el adulto. De ahí la importancia de un protocolo de atención a estas situaciones. Nos consta que contamos en nuestra ciudad con excelentes profesionales preparados y dispuestos a participar en un protocolo ictus. En lugar de eso el director del INGESA nos pretende vender una atención a distancia en la que supervisará el proceso un medico a 700 kilómetros y desde una pantalla (si hubiese problemas de conexión desconocemos si seria vía telefónica). El desarrollo de un protocolo de atención al ictus, que contase con la presencia de nuestros especialistas del hospital, no solo mejoraría por la atención directa a los pacientes sino que además daría un soporte a las plantas de hospitalización que contarían con esta nueva disponibilidad. Además el coste seria muy probablemente menor que el que han realizado los directivos de la capital. Es necesario que Madrid explique los motivos de esta decisión para despejar toda sombra sobre este tema. De lo contrario podríamos pensar que (siguiendo la línea de este gobierno) apuestan por cualquier tipo de sanidad privada en detrimento de nuestro sistema sanitario. Con respecto al tema del servicio de hemodiálisis para pacientes hospitalizados, nuestro director territorial insiste en afirmar que funciona con normalidad. CCOO tiene que hacer público que faltan protocolos de planificación y personal lo que hace que la prestación sea escasamente operativa a la hora de la verdad. La dialización en el hospital (para personas que estén ingresadas y su estado desaconseje su traslado) solo funciona muy puntualmente. Ni hay nefrólogo disponible las 24 horas ni hay personal de enfermería adscrito o con un turno que tenga en cuenta las eventuales hemodiálisis. De tal forma el servicio funciona con personal prestado de otras unidades y sin protocolos claros de actuación. Por último nos parece un chiste que nuestro director termine la entrevista afirmando que la atención primaria funciona muy bien. Tras 4 años en el poder estos señores han batido todos los records de velocidad al aplicar el copago a los ceutíes en solitario. Sin embargo no han sido capaces de poner en marcha un sistema fluido de receta electrónica, de solventar mínimamente la situación del Tarajal de paliar el déficit de pediatras o la sobresaturación de los cupos. En CCOO no podemos entender esta afirmación de otra manera que no sea una muestra de humor de nuestro director. Desgraciadamente el tema es tan serio que no se presta a ninguna bufonada.