Pasa el tiempo, pero la contaminación por hidrocarburos no cesa de volver una y otra vez a nuestras costas. De hecho, es un constante goteo silencioso como consecuencia de las operaciones de abastecimiento de buques sea dentro o fuera de la zona portuaria propiamente dicha.
En este caso nos encontramos ante una situación de alerta ya que la fuga no puede esconderse por más tiempo y se tiene que asumir más o menos oficialmente por parte de la empresa que ha sufrido el accidente. En ningún caso deseamos hacer un discurso inconsistente ni sobrecargado contra las compañías petrolíferas, en primer lugar porque disfrutamos de los combustibles fósiles como una gran mayoría de personas en este planeta y conducimos vehículos que consumen el mismo combustible que mancha nuestras playas y litorales. Sin embargo, en el caso de Ceuta se ha estado haciendo la vista gorda demasiado tiempo en relación a las responsabilidades ambientales que contraen los empresarios del petróleo que, por otra parte, constituyen uno de los poderes omnipresentes de nuestra época.
Las razones de este tratamiento de favor hacia la empresa petrolera solo corresponde explicarla a los protagonistas políticos y empresariales y desde nuestra asociación no se tiene ningún interés en penetrar en un terreno que entendemos no nos corresponde y que nos parece más propio de los periodistas de investigación. La paradoja inexplicable en estos casos es que si bien la compañía reconoce la fuga de su tubería de manera aparentemente fácil no reconoce con la misma facilidad las consecuencias en el litoral cercano. Dicho de otro modo, la compañía Cepsa reconoce la fuga y se aplica a repararla pero ahora hay que convencerla buenamente para que acepte que es su fuel fresco el que ha llegado a los distintos puntos del litoral ceutí. A partir de aquí se puede producir una sucesión de interminables papeleos en los que la compañía y su departamento ambiental intentarán demostrar surrealistamente que no se trata de su fuel sino vaya usted a saber de quién; todo ello a pesar de que los informes químicos encargados a un laboratorio reconocido indiquen que el fuel de la fuga y el recogido en el litoral son el mismo. Nosotros, en el pasado, hemos tenido la oportunidad de escuchar argumentos enfermizamente interesados para llegar a no reconocer el último vertido producido en el año 2006. Vimos que había personas capaces de mucho con tal de esconder el polvo bajo la alfombra, y también comprobamos que había personas que tenían muy poco respeto por su territorio y posiblemente menos por muchas de las personas con las que compartían su ciudad. A otros solo les importó que no se hiciera ruido que produjera molestias políticas y a unos pocos lo único que les mueve es el interés económico a consecuencia del vertido. Ahora estamos en un escenario distinto.
Cualquiera que entienda un mínimo de corrientes y vientos en relación a nuestro litoral sabe perfectamente que una fuga de fuel en la bahía norte termina llegando seguro al litoral comprendido entre Santa Catalina y San Amaro. No es necesario un estudio de oceanografía litoral para conocer este hecho contrastable y claro, por este motivo este es un litoral muy asfaltado y maltratado por las fugas de fuel; y es en este espacio costero dónde queremos poner nuestro mayor esfuerzo conservacionista. Se trata de la fachada de un litoral protegido por la UE con la denominación LICES6310002, por lo tanto una zona sensible que además de especies protegidas y hábitats relevantes se encuentra una estación sumergida de indicadores portuarios en zona II: son las estaciones de los ciclones.
Estas estaciones, además de ser objeto de seguimiento de programas ambientales del puerto de Ceuta lo son también por parte de una plataforma internacional de estudio de las variaciones de temperatura y del cambio global con respecto al hábitat coralígeno en el Mediterráneo. De hecho, nuestra asociación ha estado colaborando con el Museo del Mar de Ceuta en la divulgación de estos resultados en un proyecto financiado por el Ministerio de Medioambiente. Estas estaciones están sumergidas pero no hay que olvidar que el fuel se mezcla y también se diluye poco a poco sobre todo en unas aguas otoñales con unos grandes contrastes de temperatura hasta los 40 metros de profundidad como ya ha demostrado el mencionado estudio. Por todo lo expuesto, y por lo que ya hemos expresado a través de los medios de comunicación, nuestra actuación tiene varias finalidades que entendemos son los mínimos que se pueden exigir dadas las circunstancias históricas en relación a las fugas provocadas por la mencionada empresa al menos desde 2006.
En primer lugar, necesitamos un estudio previo para evaluar los daños en perspectiva histórica; en esto coincidimos con la FEDAS y con la Asociación Oceánidas que tan buena labor viene realizando en la conservación de la naturaleza marina. Este estudio previo nos permitirá tomar las decisiones pertinentes que no sean improvisadas como hasta ahora (por ejemplo se están llevando sedimento original de la playa que no creemos que vayan a devolver y restituir en el mismo lugar) y dirigidas por profesionales solventes en estas materias. Este estudio también evaluará el alcance de la afección y sus consecuencias legales derivadas. Lo más importante es, además de depurar las responsabilidades legales de la empresa contaminadora, que dentro del estudio se contemple un plan de restauración de esta fachada litoral del LIC que también contemple el lienzo de muralla histórica y la implantación de un monitoreo permanente de la contaminación de las masas de agua afectadas por estos frecuentes episodios.
Por último, deseamos poner de manifiesto una vez más como ya hicimos en nuestro último comunicado de prensa que vamos a solicitar que se nos informe de todas las cuestiones y muchas otras a las que tendrán que respondernos. Creemos que es importante la participación de la sociedad civil en el esclarecimiento de estos hechos, algo que no es lo habitual en el proceder de las administraciones. No menos exigible es un mayor grado de transparencia y una mejor política de comunicación e información a la ciudadanía.
En estos momentos, estamos trabajando en un informe de daños que llevará además de la pertinente documentación ambiental una serie de peticiones que esperemos sean atendidas por la administración competente. Por nuestra parte, haremos todo lo que esté en nuestra mano para que no se banalice la contaminación por hidrocarburos y en especial todos los episodios de contaminación petrolífera sufridos por nuestro litoral protegido.