El ministro Ignacio Wert ha conseguido aprobar el Real Decreto de especialidades de Secundaria en el que se asignan a docentes materias de las que no somos especialistas.
Paradójicamente, profesores que antes sobrábamos en el currículum diseñado por la LOMCE, (con M de mejora y C de calidad) ahora resulta que somos valiosísimos y muy productivos, valedores de la confianza plena del Ministerio de Educación que deja en nuestras manos las más diversas materias. Disfrutamos de tal plusvalía social y son tantos nuestros recursos personales y docentes que el ministro Wert ha decidido hacer de nosotros auténticas navajas suizas. ¿No éramos tan inútiles, señor Wert? Ahora resulta que tiene usted una confianza ciega en nosotros. De pronto sobrábamos y ahora somos dignos herederos de Leonardo da Vinci, recuérdeme que le envíe a usted un artículo que escribí hace poco sobre la necesidad del Humanismo en educación porque lo ha entendido usted mal. Usted lo que ha entendido es que si tengo siete y me sobran tres, me llevo dos y despejo la incógnita , vamos, que con los cuatro fantásticos y un poco de voluntad se monta usted un claustro. Se dirige a usted una “inútil” y le estoy eternamente agradecida por haberme recuperado para la sociedad .Yo, profesora de Latín y Griego, y en grave riesgo de exclusión social, no se imagina usted lo halagada que me siento al saber que usted cuenta conmigo para impartir aparte de Latín, Griego y Cultura Clásica, Literatura Universal, Lengua Española e Historia y Cultura de las Religiones.
Pero lo que le agradezco especialmente es que no haya pensado en mí para la Danza, yo soy más de flamenco, esa bella materia les ha tocado en suerte a mis compañeros de Geografía e Historia. Ya los he visto reunidos intentando establecer los objetivos mínimos y los criterios metodológicos y se han autoevaluado y coevaluado para discernir quiénes de los miembros del departamento eran los más gráciles y elegantes sobre las tablas. Igualmente, señor Wert, le agradezco que la Actividad Emprendedora y Empresarial no haya recaído en mí. Sinceramente, en mi formación académica durante los cinco años universitarios que la avalan, no tuve más actividad empresarial que repartir los gastos del piso entre cuatro e intentar que el casero no me tangara en demasía, en cuanto a la actividad emprendedora no me viene ahora a la memoria, debe de ser culpa mía por supuesto , señor Wert, ningún texto de Ovidio, Horacio o Virgilio que disertara sobre ella ¿Valen los saqueos que los patricios hacían del erario público cuando en Roma se había perdido el sentido democrático de la República? ¿Le suena de algo a usted? En Roma el pueblo se molestó mucho, incluso hubo una guerra civil. Pero no, no tengo que preocuparme porque esa materia se la han adjudicado a los compañeros de Filosofía. Sinceramente, no termino de entender, ministro, cómo pretende que lo hagan. En principio, no veo a mis amigos de filosofía disertando sobre “gestiona tu propio negocio con éxito: de dónde venimos y a dónde vamos” o “ cogito ergo negotiator sum” ¿Piensa usted que podrían hacerlo a través de la dialéctica, como usted? ¿Del debate, como usted? O de la reductio ad absurdum, como usted. Claro que siempre les quedará eso de “sólo sé que no sé nada”… Como usted. Las matemáticas… menos mal que ha pensado usted bien, y se las ha dado a los biólogos, porque yo.., y mira que me siento halagada por usted, pero no son mi fuerte, aunque sí sé que el número de decimales de pi es infinito, como infinita es su incapacidad para entender la educación y su soberbia al no permitir que la razón y la cordura tengan un lugar, aunque mínimo, en su ministerio.
Tal vez lo que le ha llevado usted a imponer este Real Decreto es esa falta de especialización que impera en su Gobierno. Siendo usted un brillante licenciado en Derecho y estando al cargo de Educación o siendo su colega Ana Mato, exministra de Sanidad, licenciada en Ciencias Políticas, ha podido usted pensar que, si funcionaba a tan alta escala, bien podría funcionar en Educación, pero se ha olvidado usted que en su ministerio, los que realmente hacemos posible la educación en nuestro país, somos profesionales, personas coherentes que luchan por la dignificación de la profesión que usted se empeña en defenestrar. Y ya que hablamos de pluriempleo en la enseñanza, qué tal, señor Wert, si se dedica usted a labores de limpieza y no me refiero, por Dios, a verlo a usted acometiendo la limpieza de unos baños escolares, sino a la transparencia moral de sus colegas de partido. Ahí sí que hace falta pluriempleo, señor Wert. Yo, si quiere, puedo enviarle a unos cuantos profesores de historia, de latín, de Biología o de Filosofía para que les den clases de profesionalidad.