Aquí nos dice el sentido común de los ceutíes que el señor Álvaro Siza debería haber proyectado la puerta principal de nuestro teatro. Es lastimoso ver cómo la actual entrada, arrinconada, oscura y siempre mal oliente, resultado de la reprochable actitud de los más desaprensivos, esté en el lugar más recóndito de su fachada. ¿Es que en su momento, a ninguna mente pensante, la primera la del señor Siza, que bien lo cobraría, pasando por los responsables políticos del momento, que no sé si también, se les pudo ocurrir que quizás, éste que señalo, pudiera haber sido el lugar adecuado? Pero, “nunca es tarde si la dicha es buena” y a lo mejor, cuando pasemos la crisis que nos embarga, nuestros responsables políticos tengan más manejo e igual se lo plantean y nos dan la satisfacción de poner la puerta de nuestro gran teatro en un lugar donde, a primera vista, nos hagan pensar lo que es y no, un depósito de suministro de agua, como muchas personas comentan y cierto que esa es la impresión que a mí también me da.
P. D. Seguro que el señor Siza ya no pudo construir más, porque las neuronas las gastó todas en este hermoso complejo.