Ya son tres los atentados que ha sufrido en el último día el sector del taxi. Si yo perteneciera a dicho colectivo ya me habría plantado para forzar a las autoridades a que pongan ya fin a toda esta película de las piedras, los angelitos que las lanzan y la nula efectividad de las medidas aplicadas hasta la fecha. Pero cada uno tiene la sangre que tiene y la diplomacia manda. Y así nos topamos con que llevamos tres días en que a los ‘lanza-piedras’ les ha dado por acosar a los taxistas, rompiéndole el cristal a uno y causando daños al resto. Eso de momento, porque como esto no se frene llegará el día en que de una pedrada el conductor pierda el control y nos topemos con un accidente más grave. Así que ya tenemos a los conductores de autobuses y a los taxistas, tuvimos hace bien poco a las ambulancias y a las autoescuelas... pero aquí no pasa nada. La efectividad de las medidas aplicadas hasta la fecha es nula, quizá porque no interese llegar al fondo de lo que realmente sustenta este tipo de fenómenos.
A nadie se le escapa quiénes son los que están detrás de este tipo de incidentes y lo que pretenden. La clave no es otra que desestabilizar, crear problemas para conseguir los beneficios pretendidos por quienes manipulan a estos adolescentes. Las noticias son cíclicas, hay periodos en los que se suceden este tipo de episodios y otros en los que no... cabrá preguntarse el porqué, buscando la parte de responsabilidad que tienen en todo esto las fuerzas policiales y la clase política. Esta última sobre todo, pues es la culpable de que la sociedad responda por impulsos y querencias después de que se haya prostituido todo el sistema que nos gobierna. ¡Ay, si nunca quienes mandan hubieran hecho promesas!, ¡ay, si nunca se hubieran atrevido a mezclar lo que es de todos con sus bastardos intereses! Pero eso pasa, aquí y en toda España, porque la política se transforma en un cáncer engordado y alimentado por quienes confundieron el arte de servir a un país con el de enriquecerse y mantenerse en el poder a toda costa. ¿Hablamos de piedras o hablamos de quienes mueven estos atentados?