Con esto del repunte migratorio que a algunos les gusta teñir de tremendismo parece que todo vale. Quien más quien menos se cree voz autorizada para dar con la clave para controlar las entradas. Y claro, entre esas voces faltaba la de nuestro presidente. Así que, con los calores de este pesado julio, en pleno izado de la bandera azul en la Ribera, don Juan habló de inmigración. Que no es de su competencia, pero habló. Y esto es lo que dijo: “Hay que limitar la presencia de indocumentados en Ceuta a la capacidad de acogida del CETI, asegurándonos de que salgan de la ciudad tantos inmigrantes como entren”. Ahí lo tienen. Ya me veo a don Juan enviando a Gregorio al Tarajal para poner uno de esos cartelitos del Plan Aparca. ‘Ocupado-no ocupado’, y así sabrá Marruecos cuántos inmigrantes tendrá que dejar pasar y cuántos no.
Resulta indecente que quien fue jefe de gabinete con el delegado Moro, colocado por un Gobierno de la Nación pepero, que mantuvo Calamocarro durante años con más de 3.000 subsaharianos y que encima se permitía el lujo de mentir a la ciudadanía con las cifras (acuérdense de la guerra que este medio tenía con Delegación porque se dedicaba a ocultarnos lo que había allí arriba) salga ahora dando recomendaciones del nivel de entradas que puede soportar Ceuta. ¿Tenía las mismas preocupaciones en aquella época que ahora?
Pero vamos a olvidarnos de los noventa, que aquí, ahora, en pleno 2011 tenemos a una Ciudad a la que no se le ocurriría salir con eso de “hay que mantener los MENA que permite La Esperanza”. Sería ilógico que don José saliera con estas aseveraciones, al igual que es ilógico que ahora don Juan salga con estas historias.
Antes de seguir por este camino deberíamos analizar qué inmigración tenemos y si es tan fácil y sencillo trasladar a CIEs a los inmigrantes. Convendrá conmigo don Juan, porque algo recordará de su época en los Reyes, que a los inmigrantes hay que identificarles para repatriarlos y eso no se hace tan rápido. Porque, hombre, a estas alturas el haloperidol como que no se usa y a estas alturas como que no se hacen guarradas políticas para quitarse a un grupo de chinas complicadas de identificar.
Hablar a la ligera de asuntos porque toca no está bien, ¿sabe por qué? porque al final uno termina alimentando un sentimiento que nada me gusta y termina metiendo el miedo de ‘nos van a colonizar’ cuando tenemos 600 y no 3.000. Usted que tiene el tricornio de gala hable un poco con la Guardia Civil. Le vendrá bien para saber de qué inmigración y de qué presión estamos hablando.
Que mala es la calor, por Dios.