¡Miren! es momento de pararse a pensar que cada hombre o mujer encierra la forma entera de la condición humana, y esto, es tan así, que cualquier duda sobre esta realidad, solo indicará que estamos sobre la existencia de una persona desequilibrada. En el Partido Popular de Ceuta convivimos desde siempre diversos grupos culturales, lo que ha permitido entendernos y acostumbrarnos a la tolerancia, haciendo que nuestra relaciones sean cada vez más personales, hasta el punto de que no es extraño ver grupos familiares que aglutinan esta diversidad entre sus miembros. Y es una gran riqueza social y cultural la que poseemos, y que alcanzamos gracias a nuestra diversidad. Dicen que convivimos cuatro culturas, y es cierto, aquí convivimos cuatro diferentes grupo de personas que nos conocemos y no nos extrañamos en absoluto de nuestra peculiaridades y diferencias mutuas. Es más, nos agradan, porque por encima de todo nuestro partido es el partido de todos. Y además, por encima de todo, convivimos desarrollamos nuestra vida social en común.
Y es una gran riqueza esta la que tenemos, que nos permiten establecer peculiaridades solidaridades positivas nacidas del apoyo mutuo. Sin duda, disfrutamos de una situación privilegiada si nos comparamos con otros grupos sociales más uniformes, ya que la múltiple formación que día a día asumimos nos sitúa a la cabeza del futuro de los pueblos. La convivencia entre los diferentes que pueblan el mundo, es sin duda una condición inexorable de la globalización y del futuro. Y si no, miren, lo que esta ocurriendo en Oriente. Pero, todavía, esto no es algo que se nos de sin esfuerzo o que no exija su defensa. Por el contrario, debemos luchar día a día por mantener la convivencia y por hacer que estas diferencias nos unan cada vez más.
Debemos convencernos de sus ventajas y necesidad para el ser humano, reafirmándonos todos los días en ella. ¡ Y debe ser una convivencia en igualdad, no existe ninguna otra! Solo así, desde el convencimiento y la realidad de la tolerancia que existe y a existido siempre en el seno del Partido Popular hemos conseguido hacer un partido que es también un lugar ideal para convivir.
La sociedad fue instituida para hacernos más felices, y eso exige indulgencia, tolerancia e igualdad. Esto es un axioma tan fácilmente demostrable como, que uno más uno son dos. La tolerancia se presenta de esta manera como un derecho y un deber de las personas. ¡Todos debemos vivir juntos en concordia! Porque lo exige el sentido común, el derecho a la dignidad personal y a la justicia. Lógicamente, la idea del quehacer automáticamente un propio y exclusivo derecho personal que excluya a los demás, es una verdadera lacra con la que hay que acabar. La intolerancia priva a la sociedad de toda elasticidad haciéndola inamovible y caduca. Porque, la ignorancia y los perjuicios sacrifican la convivencia y con ella el futuro de las propias personas.
No se puede aceptar por tanto, en esas personas o grupos que siempre exagerando y generalizando, capaces de creérselo todo y en ocasiones de olvidarlo todo, actúan o se expresan en terminados términos de exclusión de los demás. Porque, es una forma peligrosa para la convivencia en igualdad de la debemos defendernos todos. Nadie, debemos olvidar, que poco a poco, el uso irreflexivo de la palabras y expresiones excluyentes, van siendo aceptadas por las gentes, quienes sin darse cuenta van creando en su fuero interno dañinos estereotipos que ante cualquier pequeño contratiempo, saldrá violentamente a flor de piel. Es por ello, necesario que tengamos mucho cuidado con las expresiones intolerante y cortar de raíz estos comentarios, que en numerosas ocasiones realizamos de forma alegre. No debemos acostumbrarnos a ellos, por que sí lo hacemos estamos preparando el camino para otras actitudes más peligrosas, y nuestra ciudad debe evitar que juicios de valor que incorporen signos de exclusión.
Hay que terminar con las actitudes de aquellos que apenas oyen a los demás, y que solo se capacitan para admitir opciones que sean en todo iguales a la suyas. Porque son gentes que utilizan la exclusión social como vía para exteriorizar la violencia. Parecen que piensan “Si no aceptan las disculpas o el perdón, además de condenarte eternamente, yo mientras tanto voy a empezar a destruirte” Quizás sea esto ultimo, el lema de los intolerantes en su relación con las demás personas. Y es tremendo observar, como aun existen grupos de personas impiden a los otros su libertad e incluso pretenden destruirlos con la violencia. La intolerancia no es compatible con la con la convivencia ciudadana. ¡Unamos esfuerzos!