Miren y es que hasta la suprimiría del calendario, porque no me digan que no llevamos unos días de pre Navidad- con más barbaridades que el resto del año… Mujeres asesinadas vilmente, maltratadores, que , antes de asumir lo que han hecho, se matan con desvergüenza, hijos abandonados, presos americanos en el corredor de la muerte, muertos con sedantes para animales, animales en las protectoras, muriendo de pena por ser abandonados, vamos, que, como para tener ganas, de villancicos y polvorones.
En Olot -por las reglas del equilibrio cósmico- debería tocarles este año la lotería de navidad, porque llevan unos días que no salen de Villa mala y se meten en Villapeor, con el asesinato de los ancianos por el celador, para pasar al albañil, que arreó muerte a bocanada , de escopeta de caza.
Los ayuntamientos la emprenden con las prostitutas, normal, porque es Navidad y está feo, verlas ondulando las nalgas en su sitio de trabajo, para que paren conductores apurados y se desahoguen sus libidos vencidos, pero, en cambio, la trata de blanca persiste y también, la obligación de una mujer, de bajarse las bragas, si quiere llevar dinero a su familia o sacar a sus hijos del atolladero.
Hay miles de padres , que se afanan para que sus niños saquen cabeza en los deportes, para que se busquen la vida y un futuro y ahora nos enteramos que si no se dopan , no alcanzan metas que los aúpen a podios y becas y subvenciones y medallas y eso nos estremece y nos desesperanza, porque hay muchos que aún creíamos en la competencia honesta .
A algunos prisioneros serbios, los soldados kosovares , en los años 90, los retenían en granjas, en fábricas vacías de Kosovo o de Albania, o en casas apartadas, les trataban mediadamente bien, les dejaban dormir, les daban de comer y les permitían descansar. Después, cuando los médicos de las clínicas estaban preparados y la venta apalabraba, los soldados trasladaban a los prisioneros al centro de Albania y les pegaban un tiro en la cabeza. Luego, sus cadáveres eran despojados de los riñones y vendidos al extranjero. Fantástico regalo de navidad, un riñón nuevo, para un adinerado enfermo y para los hijos y las mujeres de los soldados, que se encontraban, con un insospechado sobresueldo.
El pentotal sódico, que se usa en las ejecuciones americanas y que los fabricantes se han negado a proveer, por no estar su uso destinado a matar, sino a curar, estaba retirado de la praxis médica, desde hace más o menos veinte años , por sus nocivos efectos secundarios, pero claro, como lo que se pretendía era matar al reo, ya me dirán si importaban algo los efectos secundarios, claro , que, lo más grave es que ahora que la marca no lo suministra, los están sedando y matando, con los destinados a los animales.
También ejecutan con anestésicos y paralizantes del corazón, a los perros, que están en perreras y protectoras, cuando ya no hay sitio para ellos en ninguna parte y nadie recoge lo que otros han comprado y ya no lo quieren, pero aun así, por navidades, miles de niños recibirán ese juguete vivo, que les traerá el socorrido Papá Noel o los reyes magos, y que, tras meses en casa, heces variadas y orines múltiples, saldrá por la puerta de atrás y se quedará en un campo abandonado o en medio de una carretera.
La Navidad ha perdido lo que tuviera de ilusión y encanto y se ha quedado en árboles arrancados de la tierra que los vio nacer, para venderse, cubiertos de espumillón rosa y volitas variadas, ahora hasta con la carita amarilla de Bob esponja. Ya no es un tiempo de paz, ni de amor, porque solo pasan cosas malas. Ya no se huele en el ambiente, la gloria, ni la bondad, porque el olor a gasolina, a churros fritos y a castañas asadas, lo impregna todo . Ya no se escuchan villancicos, ni música celestial, sino las estruendosas canciones que intentan atraernos a comprar y comprar a todas horas, a cebarnos y a comer lo que sea, en cenas y desayunos que nos indigestan, compromisos que nos arden en el estómago y nos enmudecen la lengua .