Lo decía Yolanda Bel: habrá sanciones millonarias contra aquellos particulares y empresas que se dediquen a generar vertederos incontrolados. Es, sin duda, una declaración de intenciones en toda regla para abordar un asunto que se le ha ido de las manos al Gobierno. De entrada, porque han dejado que pase el tiempo sin disponer de una policía en condiciones que controle estos vertidos. La patrulla verde que se presentó a bombo y platillo desapareció del mapa y ya no hubo agente encargado de acometer unas funciones que resultan claves para frenar lo que es un atentado contra todos. Ahora será la policía administrativa la que controle que la ley se cumpla, la que inspeccione la aparición de vertidos e intente sorprender in fraganti a quienes los provocan. El anuncio de Bel debe ir más allá de la foto, si no, correrá el riesgo de que le llamen mentirosa como lo han hecho los comerciantes del Tarajal al ver día tras día como la entrada del polígono estaba repleta de basura y cartonaje porque allí nadie limpiaba. Ayer, al llegar la consejera al lugar, se hizo la magia y quienes tienen que limpiar todos los días con consejera o no delante se pusieron las pilas dejando la zona más o menos decente. ¿Por qué no lo habían hecho antes?, ¿el ayuntamiento vía plan de empleo paga a los operarios para recoger cartones o para dormir con permiso de sus jefes? Esas son las preguntas a las que deberá responder la propia Bel a la que le pagan por tragarse sapos ejerciendo de portavoz y a la que le pueden llegar demasiados puñales en forma de intoxicación.
Ahora tras la denuncia sobre el estado del Puente Quemadero se anuncia la imposición de “multas desorbitadas”. Con el control debido se conseguirá identificar a los infractores y si se deja trabajar a la policía administrativa como se debe, tendremos resultados en breve. Eso es lo que se espera cuando estamos ante una acción que debe moverse por el interés medioambiental y no mediático.
Por cierto, que la Consejería de Gobernación no se olvide que hay más coches abandonados en Ceuta. Cuatro los vio ayer la propia Bel, a las puertas del polígono. ¿Por qué no los retiran? ¿o es que sólo lo hacen cuando hay que salir en la foto?