Mucho se ha hablado esta semana de las ‘contradicciones’ de Vivas e Imbroda a propósito de la crisis de Melilla. Sí, ésa que no existe y que se ha quedado en mero incidente. Más aún se ha hablado del ‘populismo’ de don Juan, capaz de transformar el PP ceutí en el PP-Vivas, una especie de combinación rara en la que pesa más el personalismo del segundo que las siglas del primero. Si alguien se extraña de que el presidente haya alabado la gestión del Estado en este roce con Marruecos es porque todavía no conoce de qué pasta está hecho quien manda en la alcaldía. Cada vez menos presente en los foros nacionales, cada vez ‘más por libre’ ha llegado a ese estrato social en el que da la impresión de defender al partido independiente de su casa mientras que en Génova nadie es capaz de rechistarle. Será porque saben que, por aquí, ni mata ni patata. Vamos que detrás del número 1, hay que bajar decenas de escalones para poder preparar el equipo de...y paro de contar, que hay premio. Cerramos el desencuentro con sidi Mohamed y encima hay que soltar más dinero porque Marruecos lo merece, mientras que las policías de la frontera se quedan compuestas, sin novio, con insultos y el tímpano partido. Eso es lo que hay. Por no haber crisis ni la hay en el PP. Lección que todos cumplen a rajatabla y que hasta el mismísimo Pacoantonio no se atreve a burlar. Más sabe por viejo... Leyendo las declaraciones de Pacoantonio, nadie diría que pertenece al mismo partido que Vivas. Y leyendo las de Vivas, una se confunde y piensa que está escuchando a Carracao... bueno, eso no, porque en el PSOE ni cogen el teléfono. Y para fantasmas, ya tenemos demasiados en este pueblo.